Buscar en este blog

Mostrando las entradas con la etiqueta 100 Hechos Menstruales. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta 100 Hechos Menstruales. Mostrar todas las entradas

lunes, 22 de febrero de 2016

Kotex sigue vendiendo tampones con moho (19 de febrero, 2016)

"A todas mis amigas que usan tampones Kotex: Revisen sus tampones tres veces antes de usarlos, pues éste es un paquete que compré ¡hoy! Todos los tampones tenían moho..."

¿No te enteraste del primer caso hecho público en las redes? Lee la nota completa aquí: KOTEX reconoce que ocasionalmente vende tampones con moho

Como si no fuera suficiente el enterarnos que una empresa, líder mundial en la venta de productos menstruales para la "higiene femenina" y cuya publicidad enfatiza tanto la "protección", ocasionalmente vende tampones con moho sin que ningún organismo la sancione, todavía seguimos digiriendo el alarmante cinismo que describe su respuesta ya que:

1. Al reconocerlo en el 2012, también dejó entrever que no era la primera vez.

2. Se atrevió a intentar burlar la inteligencia de la mujer que se atrevió a enviarle su queja al responderle que "En los casos en los que se ha encontrado (moho!), realizamos pruebas con los productos en cuestión y encontramos que el moho es una especie ambiental que no significa ningún riesgo para la salud. El moho vegetal es similar en esencia al moho en verduras y otros productos horneados." ¿Lo puedes creer?

3. El colmo: Todavía se atrevió a ofrecerle a la clienta quejosa "algunos cupones" para cuando ésta realizara sus próximas compras.

Lee la nota completa y no olvides compartirla con tus amig@s, sobre todo si crees que utilizan esta marca de tampones.


Intégrate a nuestro grupo "Lunas, toallas de tela y copas" donde nos reunimos miles de mujeres para compartir información clara, objetiva y actualizada sobre la menstruación y la salud sexual y reproductiva, así como reflexiones, inquietudes y experiencias relacionadas con el ser y tener cuerpo de mujer.





viernes, 5 de febrero de 2016

Tu ciclo menstrual expuesto: 6 cosas que tu periodo te puede decir acerca de tu salud (Por Lizette Borreli)



Hace algunos años, vi por primera vez que que la menstruación se proponía como 5o signo vital. Me pareció muy lógico que así fuera y lo incluí en el taller de Helecho Verde (Ver más sobre esto aquí). El otro día, me dio mucho gusto volver a encontrar otro artículo con información parecida y ahora aquí lo tienen para reforzar lo antes dicho. Gracias a Medical Daily por publicar este artículo de Lizette Borreli. La traducción -con algunas modificaciones- es de Helecho Verde para ti que estás leyendo esto.


Imagen de The Pulp Zine

Tu menstruación viene y se va cada mes, pero llegó el día de que aprendas a mirar antes de jalarle a la palanca del escusado para así saber qué es normal y que nunca podría serlo cuando se trata de tu luna menstrual.

Los periodos son considerados uno de los temas más tabú de los que se podría tocar, pero pueden revelar una plétora de información cuando se trata de tu salud. Ya sea que la última vez que escuchaste hablar de ella haya sido en quinto año de primaria o durante el curso de educación sexual que se impartió en tu secundaria, llegó la hora de desenredar lo que tu tía San Gregoria y tu salud hormonal tienen que ver la una con la otra. Mira lo que hay antes de jalarle a la palanca del escusado. No se trata de sólo observar tu orina y heces, sino también tu periodo. Entérate de las seis cosas que la visita mensual de tu tía puede decirte sobre tu salud, desde lo que es normal hasta lo que no sería nunca normal a ninguna edad.

1. Dolores menstruales

La dismenorrea, el término médico para cólicos menstruales, provoca dolores debido al descamamiento del revestimento del útero durante tu periodo. Los experimentan aproximadamente el 50 por ciento de las mujeres y es el resultado de cantidades excesivas de prostaglandina — una hormona relacionada con el dolor y la inflamación. Los cólicos severos que incapacitan y se sienten en el vientre bajo, sin embargo, podrían estar indicando un problema de salud más serio: endometriosis. Las mujeres con este desorden tienen tejido uterino que crece fuera del mismo útero, típicamente el área pélvica. Conforme el tejido comienza a descamarse, la sangre no tiene hacia dónde correr. Entre 7 y 10 por ciento de las mujeres padecen endometriosis.

2. El color de tu menstruación

Aunque quizá no lo consideres algo visualmente estético, conocer el color de tu periodo puede revelar mucho acerca de tu salud hormonal. Las hormonas están cambiando continuamente durante el ciclo que dura aproximadamente 4 semanas, lo que puede impactar el color y la consistencia de tu flujo menstrual. Normalmente, las mujeres experimentarán uno de los siguientes tres patrones de colores durante su menstruación: moras azules congeladas y hechas puré, mermelada de fresa y jugo de arándano, de acuerdo con Alisa Vitti, una consejera de salud holística y nutrióloga funcional.
Las menstruaciones que se asemejan al color y la textura de “moras azules congeladas y aplastadas” generalmente están indicando niveles más altos de estrógenos, los cuales pueden provocar que las paredes del útero se engrosen cuando la hormona tiene una presencia excesiva; esto normalmente se ve en ciclos más abundantes.
Para las mujeres que liberan “mermelada de fresa” o un flujo con una apariencia ligeramente rosada, esto es usualmente una señal de que los niveles de estrógenos son muy bajos, lo que puede también producir resequedad vaginal, líbido disminuida, pérdida de cabello e incluso fatiga. Las mujeres con niveles bajos de estrógenos experimentan menstruaciones que aparecen cuando se les antoja, aunque con frecuencia también de manera tardía.
Por último, los periodos que tienen un lindo color rojo saturado — “jugo de arándano” — son “normales” y tienden a comenzar y terminar a tiempo. Sin embargo, las mujeres que tienen una menstruación de este tipo siempre deben estar atentas al Síndrome Premenstrual (SPM). Aunque muchas mujeres piensan que el SPM es normal, no lo es. El SPM es una de las primera señales de que el cuerpo podría estarse encaminando hacia el desequilibrio hormonal. (En el Taller de Menstruación Consciente explico por qué el SPM ha sido definido por muchxs autor@s, entre ellxs, por Emily Martin en su libro “La mujer en el cuerpo” como una "subversión de la menstruación".)

3. El flujo de tu menstruación

Mientras que podría parecer que estás perdiendo galones de sangre durante tu ciclo menstrual, la menstruación promedio sólo libera menos de una tasa de sangre, de acuerdo con el Instituto de Desórdenes de Hierro. No obstante, esto no quiere decir que las mujeres no puedan experimentar sangrados abundantes. El sangrado abundante durante un tiempo prolongado podría provocar anemia y, a su vez: fibroides que comprometen la fertilidad, crecimientos en las paredes uterinas; pólipos, tumores en el cérvix o el útero; o endometriosis. Estas condiciones prevalecen más en mujeres con más de 35 años de edad. Las mujeres que experimentan pérdidas severas de sangre durante su periodo podrían tener menorragia — una condición que causa suficiente pérdida de sangre y cólicos como para dificultar el mantenimiento de las actividades normales.
Las mujeres que experimentan un flujo más ligero durante su menstruación podrían estar ya sea atravesando cambios hormonales, una nutrición deficiente o estrés. Los periodos menstruales ligeros son vistos con frecuencia en las mujeres que han entrado en la perimenopausia, o la menopausia, o es que toman anticonceptivos hormonales, dando como resultado una pérdida reducida de sangre y menstruaciones más ligeras. Los períodos anormalmente ligeros también podrían ser un indicador de desórdenes del sistema inmunológico, el síndrome de ovario poliquístico (SOP, ver más aquí) o el Síndrome de Asherman.

4. La frecuencia de tu menstruación

La frecuencia de tu ciclo menstrual es un buen indicador de cómo va tu salud. De acuerdo con la clínica Mayo, el flujo menstrual puede ocurrir cada 21 a 35 días y puede durar de 2 a 7 días, con ciclos menstruales más cortos y más regulares conforme maduras.
Si experimentas periodos irregulares más allá de la adolescencia, ya sea que tengas sangrados entre periodo y periodo o que tu periodo dure más de 7 días, esto podría deberse a una pérdida drástica de peso, estrés, embarazo o el uso de ciertas drogas que se emplean para tratar condiciones tales como cáncer uterino. Aunado a esto, los periodos irregulares pueden ser provocados por la ingesta excesiva de alcohol. En exceso, el alcohol puede dañar el hígado y así interrumpir cómo éste metaboliza tanto estrógeno como progesterona. Es normal que las mujeres experimenten un periodo irregular de vez en cuando, pues en la mayoría de los casos no se trata de algo peligroso, pero es mejor consultar a tu médic@ para que te ayude a identificar la causa de la irregularidad de tu flujo anormal.

5. Sangrados después de tu menstruación

Justo cuando creías que habías terminado con tu periodo, empiezas a experimentar otro sangrado. El sangrar después de tu periodo es normal para las mujeres que toman pastillas anticonceptivas, lo que lleva a pequeñas manchitas y cólicos a lo largo de distintos momentos del ciclo de una mujer. Sin embargo, las mujeres que no toman pastillas anticonceptivas y aún así experimentan sangrados después de su menstruación deben consultar a su medic@.
Medline Plus sugiere que el sangrado vagina podría deberse al cáncer o precáncer y debe por tanto ser evaluado inmediatamente. En otros casos, podría tratarse de una señal de infección vaginal, un desbalance hormonal o un pólipo.

6. Ausencia de la menstruación

Cuando una mujer no experimenta su menstruación, lo primero que viene a la mente es un embarazo, pero hay muchas razones por las que la menstruación se puede retrasar. La amenorrea secundaria  —debido a una causa ajena a un embarazo — ocurre en cerca de 4 por ciento de la población general y se define como el caso en el que una mujer con ciclos menstruales normales de repente deja de tener su menstruación durante 6 meses o más. Esto puede ocurrir en las mujeres que toman pastillas anticonceptivas o que reciben inyecciones hormonales. Sin embargo, las mujeres obesas, las que hacen demasiado ejercicio y durante periodos muy largos de tiempo y aquellas que tienen muy poca grasa corporal (menos de 15 a 17 por ciento) tienen mayor probabilidad de experimentar esto.a función ovárica reducida.
Mujeres, recuerden esto: Puedes usar tu menstruación como una herramienta para ayudarte a monitorear tu salud.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Lo que necesitas saber para usar una copa menstrual cuando tienes un Dispositivo Intrauterino (DIU)

Intégrate a nuestro grupo "Lunas, toallas de tela y copas" donde nos reunimos miles de mujeres para compartir información clara, objetiva y actualizada sobre la menstruación y la salud sexual y reproductiva, así como reflexiones, inquietudes y experiencias relacionadas con el ser y tener cuerpo de mujer.
 
article-usingcupwithIUD_345x214
Imagen de Lily Cup
¿Puedes usar una copa menstrual, si tiene un dispositivo intrauterino (DIU)? La respuesta corta es: ¡sí! Aunque siempre debes hablar sobre tu situación personal con tu médic@, en la mayoría de los casos, sólo tienes que estar más consciente de tu cuepro y de los dispositivos que estás usando. Aquí tienes una guía esencial para asegurar que tu copa y tu DIU puedan coexistir en paz.
¿Dónde van el DIU y la copa menstrual?
Un DIU se coloca adentro de tu útero para prevenir el embarazo, mientras que la copa menstrual se acomoda en tu vagina para recolectar tu flujo menstrual. Estas dos partes de tu cuerpo están separadas por el cérvix, como se puede apreciar en la imagen que se encuentra abajo. Los hilos para retirar el DIU cuelgan a través del cérvix y el DIU descansa justo arriba de tu vagina. Una copa menstrual, por otra parte, se utiliza más abajo en el canal vaginal, por lo que el DIU no debe interferir con la copa menstrual.
article-usingcupwithIUD_Menstrualcup_diagrams
Imagen de Lily Cup
Siempre existe el riesgo de que el DIU pueda ser expulsado o que se mueva, pero un estudio realizado en 2011 en Canadá con 900 mujeres demostró que el uso de una copa menstrual o tampón durante la menstruación no significa un riesgo mayor para la expulsión prematura del DIU. Sin embargo, es cierto que necesitas estar consciente de los hilos de tu DIU y también debes tener cuidado al insertar y quitar tu copa.
Aquí te damos algunos consejos que podrán ayudarte:
Dale tiempo a tu DIU para que se acomode bien.
Deja pasar dos ciclos menstruales para que tu DIU se acomode bien antes de usar una copa menstrual o tampón. Si el DIU va a ser expulsado de tu cuerpo, lo más seguro es que esto se moverá durante los dos meses posteriores a su inserción, especialmente durante tu menstruación. Una vez que tu DIU se encuentre seguro, puedes empezar a utilizar la copa menstrual.
Debes saber dónde están los hilos.
article-usingcupwithIUD_Menstrualcup_diagrams_zoom
Imagen de Lily Cup
Cuando tienes un DIU, se recomienda que revises los hilos de manera regular para asegurarte de que no se ha movido o salido de tu útero. Si los hilos son demasiado largos, puedes pedirle a tu ginecólog@ que los recorte un poco para que no te molesten. Cuando insertes la copa, si tu cérvix se encuentra más abajo (ya hemos hablado de esto aquí *** ), asegúrate que los hilos caen dentro de la copa y no entre la copa y tus paredes vaginales. Cada que te quites la copa, asegúrate de que los hilos queden en el mismo lugar. Puedes deslizar un dedo por el lado de la copa y sentir su contorno para asegurar que los hilos no estén atorados entre la copa y las paredes vaginales.
Observa la posición de tu cérvix.
Dependiendo de la posición de tu cérvix durante tu menstruación, quizá quieras elegir una copa más corta que descanse en una posición más baja y alejada de tu cérvix y los hilos del DIU. Existen algunas copas que han sido diseñadas para ser precisamente más cortas. Un ejemplo es el modelo de MINI de MeLuna que se ofrece en dos tallas distintas. También es posible que con cortar el apéndice (palito o rabo ubicado en la base de todas las copas, salvo las que carecen de apéndice, como el model MeLuna Basic) consigas el efecto deseado. Si elijes una copa más corta, es posible que su capacidad también sea menor, pero también significa que podrás estar más tranquila con respecto al riesgo de que los hilos se atoren o muevan. ¿No estás segura de la altura de tu cérvix? Sigue estos sencillos pasos para averiguarlo. Tu cérvix puede cambiar de posición (altura) durante tu ciclo, por lo que lo mejor es que busques su posición durante tu menstruaicón, ya que es en esta fase en la que estarás usando la copa menstrual. También puedes pedirle a tu médic@ que lo haga cuando inserte y revise tu DIU.
Al romper el sello (efecto de vacío) 
Siempre debes romper el sello antes de quitarte la copa, pero esto es especialmente importante cuando tienes un DIU. Después de haber revisado tus hilos, aprieta la base de la copa o trata de alcanzar el borde superior para presionarlo y romper así el efecto de vacío, previniendo cualquier asomo de succión al sacar la copa.
¡Ya lo sabes! Puedes tener lo mejor de ambos mundos cuando se trata de tu salud íntima. Existen distintos tipos de DIU's (hormonales y no hormonales) y ciertamente son uno de los métodos anticonceptivos más seguros, y la copa menstrual le quita lo complicado a los periodos. Sólo necesitas estar un poco más al pendiente y prácticar un poco más, si quieres usar los dos dispositivos al mismo tiempo, pero vale la pena.


NOTA: Estos consejos podrían no ser relevantes para tu caso específico. Siempre consulta a tu médic@ o a un@ profesional de la salud. Se trata de tu salud.

Texto de Intimina; traducción y adaptaciones de Helecho Verde.

viernes, 20 de noviembre de 2015

5 maneras en que tu menstruación altera tu popó y algunos consejos para evitarlo

Intégrate a nuestro grupo "Lunas, toallas de tela y copas" donde nos reunimos miles de mujeres para compartir información clara, objetiva y actualizada sobre la menstruación y la salud sexual y reproductiva, así como reflexiones, inquietudes y experiencias relacionadas con el ser y tener cuerpo de mujer.
Fotografía tomada de Tumblr
Como si los cambios que vive tu cuerpo, los cólicos y antojos no fueran suficientes, existe una buena probabilidad de que tu ciclo menstrual también altere tu rutina cuando visitas el trono. Hace un par de años, compartimos una nota sobre este mismo tema, pero aquí tienes otra para comprender lo que estás sintiendo —y consejos para que puedas literalmente controlar esa mi...popó:

1. Te dan más ganas de hacer popó y notas que haces más de lo acostumbrado

Fotografía de Poopface.com
Durante los primeros días de tu periodo, tu cuerpo libera prostaglandinas —componentes similares a las hormonas que tienen un montón de roles muy complejos, incluyendo el de estimular tu útero para que comiencen las contracciones que estimulan el descamamiento de las paredes endometriales (¡Hola, cólicos!). Desafortunadamente, las prostaglandinas no sólo se quedan en el útero; algunas terminan viajando hacia tus intestinos (que dicho sea de paso, se encuentran muy cerca de tus ovarios) produciendo esos espasmos/contracciones (y, pues, tú ya sabes lo que pasa entonces). “Las prostaglandinas tienen un efecto específico sobre los músculos lisos, y tus intestinos son músculo liso,” nos dice  Jennifer Gunter, gineco-obstetra y bloggera de San Francisco.

2. No te sale o haces menos


No todas las mujeres experimentan estos movimientos extras, dice Gunter. Cuando las mujeres hace más popó durante su menstruación, con frecuencia, esto se debe a un exceso de prostaglandinas. Si en tu caso, te tapas, esto podría ser porque tu cuerpo produce y libera una cantidad menor de prostaglandinas.

3. Te sueltas

Una vez más, esas prostaglandinas son las responsables de los ataques de diarrea que parece que te llegan de la nada durante los primeros días de tu periodo. De hecho, podría ser una señal de que tienes una cantidad significativamente mayor de prostaglandinas flotando por tu cuerpo. “Las heces más corredizas que lo normal, el tener que ir al baño más seguido y esa sensación de urgencia —¡Tengo que ir AHORA MISMO! — son todos ellos los efectos colaterales un incremento agudo en el nivel de prostaglandinas,” dice Gunter.

4. Esos antojitos grasosos simplemente no te están ayudando

Muchas mujeres cambian su dieta antes y durante su menstruación, dice Gunter, y si incrementas tu consumo de frutas y vegetales (ricos en fibra) y consumes menos carbohidratos y azúcares, eso va a cambiar tus movimientos peristálticos y vas a encontrar que harás menos popó.

5. El estrés y la ansiedad te están afectando

Irónicamente, el estrés que te produce el no saber si podrás aguantarte para no tener que usar ese baño público que es realmente en el último lugar en el que quisieras sentarte o si te preocupa ahuyentar a tus amigxs o novi@ del las cercanías del baño, esto podría empeorar la situación, haciéndote sentir todavía más urgencia, dice Gunter. “Tenemos más neuronas en el tracto gastrointestinal que en nuestro cerebro y médula espinal”. “Cuando te pones nerviosa, desconciertas a tus intestinos.”
Afortunadamente, hay cosas que puedas hacer para pasarla mejor en esos momentos.

QUÉ HACER

 Este acto previene la liberación de prostaglandinas, limitando la cantidad que estará paseando por tu cuerpo durante los primeros días de tu periodo (y consecuentemente disminuyendo la probabilidad de que experimentes problemas intestinales). “La clave es esa dosis inicial de ibuprofeno antes de que comience tu periodo,” dice Gunter. “Si no lo haces a tiempo, estarás corriendo detrás del problema y no obtendrás el mismo efecto preventivo.”
  • Limpia tu dieta

¿Necesitas un poco de inspiración para no caer redondita cuando te dan esos antojos de chocolate, pan y frituras? Recuerda que todos los alimentos que típicamente nos provocan lamentos digestivos van a crear un caos en tu digestión cuando tengas tu periodo. Otro consejo: Evita los estimulantes gastrointestinales como el café, la ciruela pasa y el agua en cantidades excesivas. si tiendes a hacer más popó cuando menstruas, pero si sabes que normalmente te estriñes, haz lo contrario.
  • La pastilla anticonceptiva es una opción, pero… piénsalo bien.

Las mujeres liberan más prostaglandinas cuando ovulan. Puesto que la pastilla anticonceptiva contiene hormonas que previenen la ovulación, tu menstruación podría llegar con menos prostaglandinas cuando estás tomando la pastilla. (Esto también explica el porqué algunas mujeres experimentan más cólicos cuando dejan de tomar la pastilla, dice Gunter). Sin embargo, Gunter incluye también la advertencia de que la decisión de tomar la pastilla es una medida extrema, si todo lo que quieres es controlar tu popó durante ese día -o máximo dos días- en los que experimentas estas molestias.
  • Observa qué es normal para ti
Ya lo sabemos: Tu popó no es tu tema favorito. Pero si tus intestinos son de por sí irregulares —y más cuando tienes tu periodo —ello podría estar apuntando hacia un problema más serio, dice Gunter. “Alrededor de 12% de la población padece del Síndrome de Colon Irritable (SCI), una condición por la que podrías estar alternando entre el estreñimiento y la diarrea —lo que empeora cuando menstruas.” Si sospechas que tu caso podría ser ese (SCI), coméntaselo a tu médic@ o a tu gine para que te informe sobre las posibles opciones que existen para poder sentarte tranquilamente en el trono todos los días del mes.
No olvides lo importante que es para TOD@S el consumo de alimentos ricos en fibra. Échale un ojo a este artículo de IMujer con una lista de "10 alimentos ricos en fibra".

Originalmente publicado en Women's Health Magazine; traducción y adaptación de Helecho Verde.

lunes, 21 de septiembre de 2015

¿Qué pasa cuando te baja en el espacio exterior?

It may be a long trip. Don't forget to pack the tampons.
Va a ser un viaje largo. No olvides empacar el producto menstrual que acostumbras usar (tampones, copa, toallas.
NASA
El martes cientos de personas enviaron sus preguntas a la conversación en vivo de Skunk Bear con tres astronautas y una científica jefa de la NASA. ¡Gracias! La pregunta más frecuente fue: "¿Qué pasa cuando te baja en el espacio exterior?

No les hice la pregunta, porque:

        a) la pregunta en sí tiene mucho bagaje histórico;
        b) la respuesta es bastante aburrida.

Pero debido a que las personas parecen sentir una curiosidad genuina, decidí responderles aquí.

Primero, un poco de historia. En los primeros días de la exploración espacial, la menstruación fue uno de los argumentos utilizados para explicar (¿intentar justificar?) la creencia de que las mujeres no debían convertirse en astronautas.
NPR's Adam Cole posed listeners' questions to European Space Agency astronaut Samantha Cristoforetti, NASA astronaut Serena Auñón, NASA astronaut Cady Coleman and NASA Chief Scientist Ellen Stofan on Tuesday at NPR headquarters in Washington, D.C.
El martes, en las oficinas de NPR en Washington, D.C., Adam Cole de NPR hizo las preguntas de lxs escuchas a la astronauta Samanta Cristoforett (Agencia Europea del Esacio), astronauta Serena Auñón (NASA), astronata Cady Colegman (NASA) y astronauta y científica jefa Ellen Sofan (NASA).
Algunas de ellas declararon que la menstruación afectaría la habilidad de la mujer y responsabilizaron a mujeres menstruantes de varios accidentes de aviones. No era que las pilotas estuvieran impedidas físicamente durante sus periodos. Pero la idea no moría allí.

En 1964, investigadores de Women in Space Program todavía sugerían (sin evidencia alguna) que sería mala idea poner a "un ser humano psicopfisiológicamente temperamental (por ejemplo, a una mujer) con una "máquina complicada". Evidentemente, los rusos también batallaron con esto mismo.
Otros expresaron su preocupación acerca de riesgos de salud hipotéticos que esto significaría.

Temían que la microgravedad pudiera incrementar la incidencia de una "menstruación retrógrada". Que la sangre pudiera fluir hacia las trompas de falopio y después hacia el abdomen, causando dolor y otros problemas de salud. No hubo quien realizara ningún experimento para comprobar si verdaderamente se trataba de un problema, así que no se generaron pruebas con las que apoyar o refutar estos temores. Algunxs promotorxs de las mujeres en el espacio argumentaron que cuando los seres humanos empezaron a explorar el espacio, existían muchas incógnitas, pero igual decidieron enviar a esos primeros hombres.
Rhea Seddon, una de las primeras astronautas de la NASA, recordó durante una entrevista:
"Dijimos, '¿Qué tal si sólo declaramos que se trata de un problema hasta que se convierta en uno? Si alguna se enferma en el espacio, nos pueden traer de vuelta a casa. Y entonces lo podremos definir como un problema, pero primero digamos que no es en sí un problema.'"
Sólo para darte una idea de la cultura que rodeaba a las astronautas en ese entonces, un fragmento del reporte de 1971 de la NASA acerca de los problemas psicológicos en el espacio.  Los investigadores Nick Kanas y William Fedderson sugieren que podría haber un lugar para las mujeres en el espacio:
"Debe considerarse el tema de la liberación sexual directa durante una misión de larga duración al espacio. Cuestiones prácticas (tales como el peso y los gastos) les impidieron a los primeros hombres que viajaron al espacio el poder llevar a sus esposas. Es posible que una mujer que desde un punto de vista científico podría decirse está calificada para el trabajo fuera persuadida para donar su tiempo y energía con el fin de apoyar a la tripulación mejorando su moral durante el viaje; sin embargo, la situación podría generar tensiones interpersonales mucho más dinámicas que las tensiones sexuales que se podrían liberar con su presencia."

Kanas, ahora profesor emérito de psicología en la University of California, San Francisco, me dijo que se bromeaba con eso — era parte de una discusión más profunda en torno al problema del deseo sexual en el espacio. A pesar de ello, es sorprendente que este lenguaje hubiera sido incluido en un memorándum oficial de la NASA. Con este tipo de comentarios también se vieron involucrados algunos de lxs promotorxs de las mujeres en el espacio.  En el reporte de 1975 para Rand Corp., Glenda Callanen argumenta que las mujeres tienen la fuerza y la inteligencia para convertirse en astronautas. Pero la manera en que reporta su conclusión es la siguiente:
"Parece inevitable que las mujeres sean incluidas en la exploración del espacio por ser esenciales para ésta. Aunque sólo fueran para llevar las partes menos científicas de la misión espacial, o incluso si sólo desearan ayudar a 'colonizar' algunos planetas distantes, sus habilidades básicas todavía las preparan para realizar un sinnúmero de tareas nuevas."
En una cultura en la que este tipo de declaraciones eran imposibles de decir, es fácil imaginarse que las preguntas acerca de la menstruacion no se habían originado sólo motivadas por la curiosidad científica. En 1983, 22 años después de que Alan Shepard se convirtiera en el primer estadounidense en ir al espacio, Sally Ride dejó la atmósfera para adentrarse en el espacio. En una entrevista, dijo:
"Recuerdo a los ingenieros tratando de decidir cuántos tampones se requerirían para un vuelo que duraría una semana; preguntaron '¿Serían 100 los indicados?' 
"No. No sería ese el número correcto."
¿Entonces qué es lo que sí pasa cuando te baja en el espacio?

¡Lo mismo que sucede cuando te baja en la Tierra! En las últimas tres décadas que tienen las mujeres participando en la exploración del espacio exterior, sus periodos en el espacio han sido normales — la microgravidad no significa ningún problema para la menstruación.

*El reporte de Kanas y Fedderson (1971) continúa diciendo: "La información sobre las mujeres durante su menstruación es escasa. Esta falta, junto con los problemas previamente mencionados, complicarán el que una mujer pudiera llegar a convertirse en integrante de las primeras misiones de larga duración. Pero, es igualmente poco plausible la idea de que las mujeres no podrían adaptarse al espacio. Históricamente, los primeros equipos de exploración siempre consistieron en hombres a causa de diversas razones culturales y sociales. Una vez que la exploración del espacio realizada por los hombres haya concluido exitosamente, entonces les podrá tocar a las mujeres participar. Mientras tanto, y como parte de la preparación para la llegada de ese momento, debe compilarse más información sobre la fisiología y psicología de las mujeres en condiciones de estrés."

¿Qué te parece? ¡Déjanos tus comentarios!

domingo, 20 de septiembre de 2015

Olores vulvovaginales y lo que significan

Intégrate a nuestro grupo "Lunas, toallas de tela y copas" donde nos reunimos miles de mujeres para compartir información clara, objetiva y actualizada sobre la menstruación y la salud sexual y reproductiva, así como reflexiones, inquietudes y experiencias relacionadas con el ser y tener cuerpo de mujer.



Tu ioni (término sánscrito que significa ‘útero’, ‘vagina’, ‘vulva’ o ‘vientre’ en el sentido de ‘fuente de vida’) siempre va a oler a algo, incluso cuando estés sana, porque tu vulva y vagina están rodeadas de glándulas sudoríparas y así como lo hacen tu nariz y oídos, tu vagina también expulsa lo que no le gusta.  Vamos a repasar los distintos tipos de olores vulvo-vaginales más conocidos y lo que significan, pero antes te pedimos recordar que...

Nuestro olfato juega un papel importante no sólo a la hora de decidir qué comer y qué no, sino también en las relaciones sexuales, incluso desde antes del cortejo. El problema de las feromonas todavía es polémico y se ha prestado para muchas charlatanerías, pero más allá de la polémica, el hecho es que nuestro cerebro detecta olores, aromas y esencias que alteran, aumentan o disminuyen nuestro nivel de atracción y hasta nuestro estado de ánimo. Queda claro que en gustos se rompen géneros y el sentido del olfato funciona de forma distinta en cada un@. Para los olores, hay gustos de todos los tipos.

La mayoría tenemos acceso a agua y jabón para nuestra higiene personal, pero hay quienes se quejan de que vivimos en la cultura del jabón y aunque esto pueda parecer una exageración, lo cierto es que hemos llegado a un punto en el que algunas personas buscan ese olor a jabón por asociarlo con una idea de limpieza o higiene. 

Tratándose de la "higiene íntima" es importante que sepas que los lavados vaginales no sólo alteran el pH de tu vagina, sino que también destruyen su flora y fauna naturales, haciéndote más propensa a infecciones vaginales que potencialmente pueden propagarse al resto de tu órgano reproductor.

Todas sabemos que existen flora y fauna en nuestros intestinos. Algunas hasta tomamos lactobacillus acidophilus, pero ¿son normales la flora y fauna vaginales?

Aunque no tengas una infección vaginal, debes saber que en tu vulva y vagina (¡y realmente en todo tu cuerpo!) siempre existen microorganismos que cumplen un papel importante, en este caso, para la ecología y bienestar de tu vagina. Aunque no lo creas, en ellas, conviven más de 21 tipos de bacterias, levaduras y organismos. El secreto está en el equilibrio y es por eso que es tan importante mantener un pH vaginal adecuado. 


¿Cómo se mantiene el equilibrio? Veamos dos ejemplos (uno de flora y otro de fauna).

FLORA VAGINAL: Existe un hongo con nombre de buena persona, Cándida, que habita en nuestro cuerpo (también en el de los hombres y hasta de los beb@s). Forma parte de la flora vaginal normal, pero si llega a crecer en exceso, se produce la infección por hongos o levaduras conocida como Candidiasis.

FAUNA VAGINAL: Otro habitante regular es la bacteria Lactobacillus acidophilus que produce ácido láctico y mantiene el pH vaginal adecuado. Si este pH se rompe, puede producirse una infección.



Regresando al tema de los olores, el olor de tu cuerpo está especialmente determinado por el sudor. Si no hay suficiente higiene, el sudor y las células muertas de tu cuerpo se descompondrán y producirán un olor muy característico, pero el sudor (transpiración) no es el mismo en todas las personas, ni en todas las épocas del año. Para contrarrestar o evitar los olores, actualmente existen en el mercado todo tipo de desodorantes, pero es mejor que evites aquellos que se jactan de ser "antitranspirantes", ya que el sudor es una función natural y necesaria de tu cuerpo.

Los olores que desprende nuestro cuerpo son distintos según la parte del cuerpo en cuestión: el pelo, el aliento, las axilas, los genitales, los pies… Y algunos olores pueden resultar atractivos para algunas personas. A veces, el aroma que deja una persona al pasar, por la mezcla de su colonia o perfume o tan sólo por su esencia personal, puede despertar nuestra imaginación y erotismo. Además, los olores de tu cuerpo también cambian a lo largo de tu ciclo ovular y cuando te excitas.

Antes de finalmente entrar al tema de los olores vulvo-vaginales, dos enlaces para que reflexiones antes de preocuparte o avergonzarte por lo que no...


Es indiscutible que el olfato juega un papel importante en las relaciones sexuales, incluso desde antes del cortejo. Independientemente de que se pueda percibir el olor de las feromonas, el cerebro humano detecta aromas, olores y esencias que aumentan o disminuyen la atracción de una persona a otra. El sentido del olfato funciona de forma distinta en cada uno. Como en tantas otras cuestiones, para los olores hay gustos de todos los tipos.
La mayoría de la gente tiene acceso a agua y jabón para mantener su higiene personal. Hay quienes se quejan de que vivimos en la cultura del jabón, aunque probablemente exageran. Es cierto, no obstante, que hemos llegado a un punto en el que algunas personas buscan ese olor a jabón con por considerarlo el olor a limpio. En realidad es olor a jabón. Otras personas buscan la ausencia de olores. Y a otras les encanta el olor que emana de un cuerpo limpio, cuando se percibe su propia esencia.
En principio, el olor del cuerpo está especialmente determinado por el sudor. Si no hay suficiente higiene el sudor se va descomponiendo y va produciendo un mal olor. La transpiración no es la misma en todas las personas ni en todas las épocas del año. Para contrarrestar o evitar dichos olores, existen en el mercado todo tipo de desodorantes. Éstos pueden tener un olor neutro, pero también toda una gama de esencias, desde las más naturales hasta las más artificiales.
Además, los olores que desprendemos son distintos según la parte del cuerpo en cuestión: el pelo, el aliento, las axilas, los genitales, los pies… Y es verdad que el olor emanado por alguna de estas partes es el que puede resultar atractivo para otros. Asimismo, los olores del cuerpo van cambiando durante las relaciones sexuales.
A priori, es difícil saber si los olores que emanamos y que nos pueden gustar personalmente van a resultar atractivos a nuestro objeto de deseo. En la mayoría de los casos, para empezar tendremos que probar por medio del “ensayo y error”. Si hay más suerte, “por ensayo y acierto”. Algo que ayuda mucho es el feedback que damos y recibimos en este sentido.
Sabemos que puede producir un cierto pudor el decir a alguien que su olor no nos atrae o que nos resulta desagradable. Nos da un poco de risa, aunque quizás termine siendo una buena idea, el recurrir al socorrido regalo de perfumes, colonias y demás artículos aromáticos que abundan en Navidad.
Si en una reunión todas las personas van perfumadas, al final uno puede terminar saturados y desea el olor de una atmósfera más fresca. Otras veces, el aroma que deja una persona al pasar, por la mezcla de alguna colonia o perfume y su esencia personal, pueden despertar nuestra imaginación y erotismo.
¿Tú qué prefieres? ¿Te gusta el olor del cuerpo? ¿Qué tipos de olores te parecen más atractivos? ¿Cuáles te producen rechazo? ¿Hay partes del cuerpo cuyo olor te atrae en especial? ¿Te estimula el olor de algún perfume o colonia? ¿A qué huele el sexo para ti?
- See more at: http://centrozubieta.com/blog/el-olfato-en-el-erotismo-a-que-huele-el-sexo/#sthash.tw01w0FZ.dpuf
Es indiscutible que el olfato juega un papel importante en las relaciones sexuales, incluso desde antes del cortejo. Independientemente de que se pueda percibir el olor de las feromonas, el cerebro humano detecta aromas, olores y esencias que aumentan o disminuyen la atracción de una persona a otra. El sentido del olfato funciona de forma distinta en cada uno. Como en tantas otras cuestiones, para los olores hay gustos de todos los tipos.
La mayoría de la gente tiene acceso a agua y jabón para mantener su higiene personal. Hay quienes se quejan de que vivimos en la cultura del jabón, aunque probablemente exageran. Es cierto, no obstante, que hemos llegado a un punto en el que algunas personas buscan ese olor a jabón con por considerarlo el olor a limpio. En realidad es olor a jabón. Otras personas buscan la ausencia de olores. Y a otras les encanta el olor que emana de un cuerpo limpio, cuando se percibe su propia esencia.
En principio, el olor del cuerpo está especialmente determinado por el sudor. Si no hay suficiente higiene el sudor se va descomponiendo y va produciendo un mal olor. La transpiración no es la misma en todas las personas ni en todas las épocas del año. Para contrarrestar o evitar dichos olores, existen en el mercado todo tipo de desodorantes. Éstos pueden tener un olor neutro, pero también toda una gama de esencias, desde las más naturales hasta las más artificiales.
Además, los olores que desprendemos son distintos según la parte del cuerpo en cuestión: el pelo, el aliento, las axilas, los genitales, los pies… Y es verdad que el olor emanado por alguna de estas partes es el que puede resultar atractivo para otros. Asimismo, los olores del cuerpo van cambiando durante las relaciones sexuales.
A priori, es difícil saber si los olores que emanamos y que nos pueden gustar personalmente van a resultar atractivos a nuestro objeto de deseo. En la mayoría de los casos, para empezar tendremos que probar por medio del “ensayo y error”. Si hay más suerte, “por ensayo y acierto”. Algo que ayuda mucho es el feedback que damos y recibimos en este sentido.
Sabemos que puede producir un cierto pudor el decir a alguien que su olor no nos atrae o que nos resulta desagradable. Nos da un poco de risa, aunque quizás termine siendo una buena idea, el recurrir al socorrido regalo de perfumes, colonias y demás artículos aromáticos que abundan en Navidad.
Si en una reunión todas las personas van perfumadas, al final uno puede terminar saturados y desea el olor de una atmósfera más fresca. Otras veces, el aroma que deja una persona al pasar, por la mezcla de alguna colonia o perfume y su esencia personal, pueden despertar nuestra imaginación y erotismo.
¿Tú qué prefieres? ¿Te gusta el olor del cuerpo? ¿Qué tipos de olores te parecen más atractivos? ¿Cuáles te producen rechazo? ¿Hay partes del cuerpo cuyo olor te atrae en especial? ¿Te estimula el olor de algún perfume o colonia? ¿A qué huele el sexo para ti?
    
- See more at: http://centrozubieta.com/blog/el-olfato-en-el-erotismo-a-que-huele-el-sexo/#sthash.tw01w0FZ.dpuf
Es indiscutible que el olfato juega un papel importante en las relaciones sexuales, incluso desde antes del cortejo. Independientemente de que se pueda percibir el olor de las feromonas, el cerebro humano detecta aromas, olores y esencias que aumentan o disminuyen la atracción de una persona a otra. El sentido del olfato funciona de forma distinta en cada uno. Como en tantas otras cuestiones, para los olores hay gustos de todos los tipos.
La mayoría de la gente tiene acceso a agua y jabón para mantener su higiene personal. Hay quienes se quejan de que vivimos en la cultura del jabón, aunque probablemente exageran. Es cierto, no obstante, que hemos llegado a un punto en el que algunas personas buscan ese olor a jabón con por considerarlo el olor a limpio. En realidad es olor a jabón. Otras personas buscan la ausencia de olores. Y a otras les encanta el olor que emana de un cuerpo limpio, cuando se percibe su propia esencia.
En principio, el olor del cuerpo está especialmente determinado por el sudor. Si no hay suficiente higiene el sudor se va descomponiendo y va produciendo un mal olor. La transpiración no es la misma en todas las personas ni en todas las épocas del año. Para contrarrestar o evitar dichos olores, existen en el mercado todo tipo de desodorantes. Éstos pueden tener un olor neutro, pero también toda una gama de esencias, desde las más naturales hasta las más artificiales.
Además, los olores que desprendemos son distintos según la parte del cuerpo en cuestión: el pelo, el aliento, las axilas, los genitales, los pies… Y es verdad que el olor emanado por alguna de estas partes es el que puede resultar atractivo para otros. Asimismo, los olores del cuerpo van cambiando durante las relaciones sexuales.
A priori, es difícil saber si los olores que emanamos y que nos pueden gustar personalmente van a resultar atractivos a nuestro objeto de deseo. En la mayoría de los casos, para empezar tendremos que probar por medio del “ensayo y error”. Si hay más suerte, “por ensayo y acierto”. Algo que ayuda mucho es el feedback que damos y recibimos en este sentido.
Sabemos que puede producir un cierto pudor el decir a alguien que su olor no nos atrae o que nos resulta desagradable. Nos da un poco de risa, aunque quizás termine siendo una buena idea, el recurrir al socorrido regalo de perfumes, colonias y demás artículos aromáticos que abundan en Navidad.
Si en una reunión todas las personas van perfumadas, al final uno puede terminar saturados y desea el olor de una atmósfera más fresca. Otras veces, el aroma que deja una persona al pasar, por la mezcla de alguna colonia o perfume y su esencia personal, pueden despertar nuestra imaginación y erotismo.
¿Tú qué prefieres? ¿Te gusta el olor del cuerpo? ¿Qué tipos de olores te parecen más atractivos? ¿Cuáles te producen rechazo? ¿Hay partes del cuerpo cuyo olor te atrae en especial? ¿Te estimula el olor de algún perfume o colonia? ¿A qué huele el sexo para ti?
- See more at: http://centrozubieta.com/blog/el-olfato-en-el-erotismo-a-que-huele-el-sexo/#sthash.tw01w0FZ.dpuf

Es indiscutible que el olfato juega un papel importante en las relaciones sexuales, incluso desde antes del cortejo. Independientemente de que se pueda percibir el olor de las feromonas, el cerebro humano detecta aromas, olores y esencias que aumentan o disminuyen la atracción de una persona a otra. El sentido del olfato funciona de forma distinta en cada uno. Como en tantas otras cuestiones, para los olores hay gustos de todos los tipos.
La mayoría de la gente tiene acceso a agua y jabón para mantener su higiene personal. Hay quienes se quejan de que vivimos en la cultura del jabón, aunque probablemente exageran. Es cierto, no obstante, que hemos llegado a un punto en el que algunas personas buscan ese olor a jabón con por considerarlo el olor a limpio. En realidad es olor a jabón. Otras personas buscan la ausencia de olores. Y a otras les encanta el olor que emana de un cuerpo limpio, cuando se percibe su propia esencia.
En principio, el olor del cuerpo está especialmente determinado por el sudor. Si no hay suficiente higiene el sudor se va descomponiendo y va produciendo un mal olor. La transpiración no es la misma en todas las personas ni en todas las épocas del año. Para contrarrestar o evitar dichos olores, existen en el mercado todo tipo de desodorantes. Éstos pueden tener un olor neutro, pero también toda una gama de esencias, desde las más naturales hasta las más artificiales.
Además, los olores que desprendemos son distintos según la parte del cuerpo en cuestión: el pelo, el aliento, las axilas, los genitales, los pies… Y es verdad que el olor emanado por alguna de estas partes es el que puede resultar atractivo para otros. Asimismo, los olores del cuerpo van cambiando durante las relaciones sexuales.
A priori, es difícil saber si los olores que emanamos y que nos pueden gustar personalmente van a resultar atractivos a nuestro objeto de deseo. En la mayoría de los casos, para empezar tendremos que probar por medio del “ensayo y error”. Si hay más suerte, “por ensayo y acierto”. Algo que ayuda mucho es el feedback que damos y recibimos en este sentido.
Sabemos que puede producir un cierto pudor el decir a alguien que su olor no nos atrae o que nos resulta desagradable. Nos da un poco de risa, aunque quizás termine siendo una buena idea, el recurrir al socorrido regalo de perfumes, colonias y demás artículos aromáticos que abundan en Navidad.
Si en una reunión todas las personas van perfumadas, al final uno puede terminar saturados y desea el olor de una atmósfera más fresca. Otras veces, el aroma que deja una persona al pasar, por la mezcla de alguna colonia o perfume y su esencia personal, pueden despertar nuestra imaginación y erotismo.
¿Tú qué prefieres? ¿Te gusta el olor del cuerpo? ¿Qué tipos de olores te parecen más atractivos? ¿Cuáles te producen rechazo? ¿Hay partes del cuerpo cuyo olor te atrae en especial? ¿Te estimula el olor de algún perfume o colonia? ¿A qué huele el sexo para ti?
- See more at: http://centrozubieta.com/blog/el-olfato-en-el-erotismo-a-que-huele-el-sexo/#sthash.tw01w0FZ.dpuf

Ahora... ¿Reconoces algunos de estos olores? ¡Déjanos tus comentarios!



1.
INTENSA Y A ALMIZCLE: Este olor generalmente aparece cuando has sudado. Es una mezcla de sudor y hormonas sexuales.
2.
A PESCADO: Si te huele a pescado, esto puede ser señal de una infección vaginal. Es importante que te informes y consultes a un@ profesional.


3.
Algunas infecciones como, por ejemplo, la Vaginosis bacteriana, alteran el pH vaginal y producen un olor parecido al del PESCADO.
4.
"FEO": Si consideras que es un olor feo y le acompaña un flujo más abundante y de color distinto al que reconoces, no esperes más para consultar a tu gine. Podría estar indicando una infección vaginal o hasta una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS).
5.
AGRIA: De nuevo, conulta a tu gine. Un olor agrio podría estar indicándote una infección o una ETS.

 6.
CLORO: Si huele a cloro o blanqueador, no se lo achaques a tu tinte para el cabello o a la piscina.  Consulta a tu gine.

7.
A PAN: Siempre va a oler un poquito a pan (levadura), porque la Cándida es esencialmente eso: levadura. Mientras no tengas una sobreproducción, no se convertirá en Candidiasis.
8.
Pero si últimamente te huele MUCHO A PAN y si le acompaña un flujo distinto, probablemente se trate de Candidiasis. (10 cosas que debes saber sobre la Candidiasis, una infección vaginal demasiado común)
9.
A CERVEZA: Lo mismo que cuando el olor a PAN. Podría ser señal de una infección por levaduras (Candidiasis). (10 cosas que debes saber sobre la Candidiasis, una infección vaginal demasiado común)
10.
A METAL: Si el olor te recuerda al del metal, es probable que estés a punto de iniciar tu menstruación.
11.
Huele A HIERRO (mezclado con hormonas) por la presencia de hierro que de hecho hay en tu sangre.
 

 12.
A DULCES: Dicen que el comer muchas frutas cítricas como naranjas, piñas y toronja puede hacer que tus fluidos vaginales huelan a dulce. ¿Será?
13.
A CEBOLLA / AJO: Este olor sucede cuando has comido mucha cebolla, ajo, brócoli o espárragos.

14.
A PODRIDO: Este olor no es nada saludable. Si no usas tampones (¡Felicidades!), no tienes que preocuparte de haberlo olvidado, ni del riesgo del Síndrome de Shock Tóxico.
15.
Ahora lo sabes. Si tu ioni tiene el olor característico de una infección, no recurras a las duchas vaginales; infórmate y consulta a tu gine. Si no hay indicios de ningún tipo de infección, puedes considerar la opción de un baño de vapor vaginal o bien, una vez por semana, mientras te 
                          bañas/duchas, puedes frotar tu vulva con la mitad de un ajo partido
                          antes de volver a enjuagar la zona con agua.

 
La lista es de ReblCircus y la traducción y adaptaciones de Helecho Verde)