La forma más fácil de crear un lazo fuerte y un apego seguro con el bebé desde el primer momento es sostener al bebé en brazos.
Durante la infancia se establecen interacciones con el bebé que le van acompañaran el resto de su vida. Un bebé dependiente pero seguro será un adulto independiente y muy seguro.
1. El contacto piel con piel ayuda al bebé a regular su temperatura. Es uno de los problemas en los recién nacidos, especialmente en bebés prematuros.
2. Mejora el aumento de peso. La Biblioteca Cochrane concluyó que el contacto piel con piel ayuda al aumento de peso del recién nacido. Además aumenta la tasa de lactancia materna. El bebé en contacto con la madre o adulto de referencia no necesita utilizar energía en regular su temperatura, por lo que puede utilizarla en crecer.
3. Favorece el establecimiento de la lactancia. Los recién nacidos instintivamente tienen un sentido del olfato preparado para oler a su mamá y el seno materno y así encontrar el alimento en contacto con la madre. Colocar al bebé piel con piel le ayuda a encontrar el pezón y que comience la lactancia materna de manera exitosa. De hecho, las mamás que practican los Cuidados Madre Canguro serán más propensas a amamantar exclusivamente y, en promedio, lo harán tres meses más que las que no practicaban el cuidado de piel con piel.
4. Favorece la producción de leche materna. Cuando la madre y el bebé están juntos, las hormonas que regulan el equilibrio de lactancia, nos ayudan a producir más leche.
5. Reduce el estrés del bebé y el dolor. Con sólo 10 minutos de contacto piel con piel se reducen los niveles de la hormona del estrés, cortisol, en el bebé, y aumenta la oxitocina, la hormona del amor y el cariño. Se estimula así el sistema nervioso parasimpático haciendo que el bebé se sienta más tranquilo y seguro. La lactancia y el contacto reducen por ejemplo el dolor al realizar la prueba del talón.
6. Ayuda al bebé a dormir. A tener menos estrés, mejora el sueño. Los bebés acunados en piel con piel duermen más profundamente y se despiertan con menos frecuencia que los que duermen solos.
7. Favorece la relación con el padre. Los bebés reconocen la voz de sus padres desde el útero. El contacto piel con piel favorece que el bebé se calme también en contacto con papá. Los padres tienen a su vez mayor intervención en la crianza desde los primeros días.
8. El contacto piel con piel reduce la depresión post-parto. El contacto piel con piel reduce la influencia negativa de la adrenalina tras el parto, reactivando y reduciendo los riesgos de depresión al mínimo. Además, la oxitocina liberada durante el contacto piel con piel disminuye la ansiedad materna y promueve la unión, lo que reduce aún más el riesgo.
9. Mejora el funcionamiento cerebral. Los bebés prematuros que pudieron beneficiarse de los Cuidados Madre Canguro (CMC) tenían mejor funcionamiento cerebral a los 15 años de edad, comparado con los adolescentes nacidos a término, que los que habían sido colocados en incubadoras, según un estudio canadiense. Al estabilizar el ritmo cardíaco, la oxigenación y mejorar el sueño, el cerebro tiene una mejor capacidad de desarrollo.
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