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lunes, 14 de diciembre de 2015

Lo que las "putas" les dicen a sus hijas sobre el sexo (Tracey Moore, Jezebel)


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Ilustración de Tara Jacoby


Eres mamá. Tienes una hija. Quieres decirle la verdad sobre el sexo. Tú misma fuiste “promiscua” años atrás (o a lo mejor todavía lo eres, sea lo sea que eso signifique). ¿Qué hacer? Esa fue la pregunta que alguien hizo en un foro en línea donde se enfatizan algunas ideas interesantes sobre cómo hablamos con las jóvenes acerca de la sexualidad, incluyendo la nuestra.


Lo primero que pensé cuando leí la pregunta fue: ¿Por qué hijas? ¿Por qué mamás? ¿Y por qué nunca se les preguntaría esto mismo a los papás acerca de sí mismos o de sus hijos? Pero en realidad sí sabemos por qué  — porque a lo hombres no se les llama “putas”, y a veces ni siquiera promiscuos, un término en clave para “puta” y que típicamente sólo se refiere a las mujeres.
Pero es que aquí está la cosa: Realmente creo que es una pregunta genial, y creo que tu respuesta depende de cómo te sientes con tu propia sexualidad cuando estás creciendo, porque lo que le dirías o tu hijo o hija versus lo que tú misma hiciste se convierte en una buena prueba litmus que al final de cuentas refleja tu posición:
Por ejemplo, MulderHeartsScully respondió lo siguiente:
El sexo es divertido. Es todavía más divertido cuando se realiza de manera segura y con una persona que quieres y en la que confías. Así es como lo veía de adolescente, cómo me siento al respecto ahora que soy adulta, y lo que les diré a mis hijas cuando sean  mayores.
Mientras tanto, Doogybag nos ofrece la otra cara de la moneda:
Sí. Yo no me valoraba a mí misma cuando era adolescente y por eso tomé muchas decisiones sexuales cuestionables y riesgosas. Ninguno de mis m/padres me enseñó la importancia que tiene el poseer estándares altos para mí misma y para mi sexualidad, cómo elegir no sólo entregarme a cualquiera. Ni siquiera me dijeron que los “niños” tomarán lo que esté a su alcance sin que importe si me aman o siquiera se preocupan por mi bienestar.
Me gustan mucho estas dos respuestas, porque ambas son igualmente correctas y válidas. Una parte de lo que es oscurecido en conversaciones vitales sobre la putificación es que al tener que constantemente defender el derecho de las mujeres para ser un ser sexual que tiene sexo en sus propios términos, no siempre tenemos la oportunidad de explorar lo que esos términos significan emocionalmente. (CLARO que esto también aplica para los hombres, pero esta conversación es acerca de las mujeres.)
Estoy hablando de temas que van más allá del consentimiento o la seguridad. El bienestar emocional que es una parte necesaria de una exploración sexual saludable. En el sitio de Mommyish, en un texto titulado “Quiero enseñarle  a mi hija a no ser promiscua como yo lo fui”, Meredith Bland escribe:
A principio de mis veintes, yo era una puta. No uso esa palabra para putificarme, la estoy empleando, porque siento que me describe de manera adecuada a mis 22 años. “Un poquito putona” también quedaría bien. O quizá “sexualmente flexible.” Pero independientemente del término que quieras utilizar, yo era así y ahora que tengo una hija, pienso educarla para que tome un camino distinto.

Sólo para que quede claro, Blanda no está diciendo que las mujeres que han tenido muchas parejas sean malas noticias, sólo está diciendo que eso no fue algo saludable para ella, porque su objetivo era el buscar que alguien más la validara. Sospecho que muchas mujeres se sienten así con respecto a su propio crecimiento sexual  — somos bombardeadas con mensajes mixtos acerca de cómo desempeñar nuestra sexualidad. Con frecuencia, somos muy versadas para desplegar nuestra sensualidad incluso mucho antes de saber cómo darnos placer a nosotras mismas. Llegamos a muchas de nuestras experiencias con mucha curiosidad y sin orientación, y puede ser la prueba de fuego mientras comprendemos cuáles son nuestros propios límites.
Todo esto puede llevar a nociones extrañas acerca de lo que es el sexo, para qué sirve, o lo que se supone que debemos de obtener de él, o cómo pedir lo que nos gusta, o incluso nuestros motivos para estar allí haciéndolo con alguien más. Reconocer nuestros errores puede ser un proceso de toda la vida.
¿Entonces cómo sería ese “camino distinto” que menciona Bland? Algunas ideas (claro que dependiendo de lo que es adecuado para cada edad):


Pregúntate por qué lo estás haciendo
El sexo es divertido. Y se siente bien. Estas son razones geniales para sentir curiosidad acerca de él y razones suficientes para hacerlo. ¿El querer agradarle a alguien o el pensar que por sólo hacerlo eres cool o divertida o que lo hagas, porque crees que tienes que hacerlo? Esas no son razones tan buenas.
Bland escribe:
Algunas personas tienen muchas parejas, porque son aventureras y les encanta el sexo y su actitud hacia el sexo es positiva, y todo lo bueno, Pero para sentirse así, debes poseer una idea muy clara de quién eres y de tu valor. Tiene que haber un nivel de equidad en esas relaciones. Yo no tenía ninguna de esas cosas cuando era más joven. No tenía ninguna idea de quién era y usaba el sexo para conseguir aprobación y un sentido de que yo valía algo. Noticias de última hora – así no son las cosas.

No existen las mujeres fáciles, aunque muchos recen por su putificación.
Al contrario de los tipos sexuales a la monstruo del lago Ness, las mujeres mal conocidas como “putas”, han sido vistas así desde hace siglos, pero nunca se les ha atrapado, ni mucho menos estudiado. ¿Quién es ella? ¿Qué es lo que tiene? ¿Cómo es que funciona su mente? Es una mujer que tiene “mucho” sexo — aunque no parece que podamos definir cuánto es “mucho” o “demasiado” — y por todas las razones equivocadas — aunque no ha terminado de quedarnos claro exactamente cuáles serían esas razones.
Lo que importa son tus razones, y tu estado mental, y tu nivel de compromiso, y tus propios límites. Para conocer todo eso, se requiere de cierto tiempo, y mientras que te encuentres segura, ese proceso, incluso los errores que forman parte de él, son precisamente parte de aprender a conocerte.


Esto podría significar muchas parejas, o muy pocas
La exploración es una parte importante de una sexualidad saludable, pero eso no requiere de un número específico de parejas o de un estatus de relación específico (soltera, casada, divorciada, viuda, etc.)
En reddit, la usuaria whatim escribió en respuesta a la pregunta sobre la promiscuidad:
¿Qué tiene que ver el género del hij@?
Quiero lo mismo para mis hijos que para mis hijas. Relaciones sexuales saludables con personas que l@s traten bien y que sean tratadas de la misma manera.
Preferiría que mi hij@ tuviera una noche de sexo sin mayor compromiso con unx extrañ@ que sea una persona interesante, respetuosa, antes que verla pasar 15 años “enamorad@” de alguien que la utiliza y la hace infeliz.

Y Bland escribe algo parecido:
Quiero que mi hija ame y disfrute su cuerpo, pero eso no tiene que significar muchas parejas. Pienso que es algo raro – no imposible, pero raro — que una mujer joven se sienta tan cómoda ya en su piel que pueda tener muchas parejas sin arrepentirse por ello. Claro que sí, el sexo puede ser una parte de conocerse a sí misma y es una gran parte de la identidad, pero los errores tienen su precio. Al elegir a la pareja equivocada, o al elegir tener más parejas de las que realmente te hacen sentir cómoda, tu autoestima puede sufrir. Pregúntame cómo es que lo sé.

El punto es que debemos aprender de esos errores o del sexo que quizá hubiéramos preferido no tener. Deja que tu intuición te guíe  — mientras estés segura, mientras sea por consentimiento mutuo y entusiasta, estarás en el camino correcto.
Y finalmente:
Recuerda que tu valor como persona es tan importante como el usar protección durante el sexo. 
Esto es básico, pero el creer que tú misma vales es lo que te guiará hacia decisiones sexuales saludables. La meta aquí es que tengas sexo por placer y conexión, y no por alguna extraña tristeza que no has resuelto. El sexo irresponsable tiene consecuencias que pueden llegar demasiado lejos. Siempre recuerda esto: Si te sientes mal contigo misma, existen mejores maneras para sentirte mejor que el coger. También existe el pastel.

Originalmente publicado en Jezebel; traducción de Helecho Verde

2 comentarios:

  1. Excelente artículo!, Soy profesora de ética en preparatoria y uno de los temas "escabrosos" es el de sexualidad.

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  2. me gusto mucho esto es te articulo ps nos da entender diferentes puntos de vista de los padres ha cerca de lo que creen para ellos es correcto en la sexualidad de sus hijos

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