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sábado, 15 de febrero de 2014

100 Hechos Menstruales (88): La Menstruación, la irritabilidad femenina y la envidia del pene



La menstruación ha sido utilizada tanto por distintas religiones como por la ciencia e incluso por disciplinas que no alcanzan a ser consideradas ciencias desde la perspectiva de la filosofía de las ciencias(1), como un rasgo de inferioridad biológica, intelectual y psicoemocional, aunque como hemos dicho en varias ocasiones, incluyendo en algunos de los "Hechos Menstruales" divulgados hasta el momento, la menstruación es un proceso completamente natural y normal de la fisiología reproductiva femenina.

Un ejemplo de cómo la menstruación ha sido descrita y "estudiada" desde una perspectiva sexista y misógina es el psicoanálisis freudiano. Freud sugirió que la menstruación sería "una señal sangrienta de la ausencia (pérdida) del pene en las mujeres," un recordatorio de "la impureza e inferioridad" femenina y un momento en el que saldrían a relucir los sentimientos reprimidos de las mujeres, tales como la frustración y el enojo provocados sobre todo por esa "envidia del pene" (2,3)

¿Por qué no se considera a la psicología una verdadera ciencia? Porque no cumple con los requisitos básicos para que un campo de estudio pueda ser considerado científicamente riguroso: una terminología definida, resultados cuantificables, condiciones experimentales altamente controladas, la posibilidad de reproducir sus experimentos con los mismos resultados, la posibilidad de realizar predicciones fiables y la capacidad de probar sus resultados.

El estudio de la menstruación es un buen ejemplo para demostrar que la psicología no es una ciencia. ¿Cómo podrían estudiarse las emociones asociadas con la menstruación desde la psicología cuando el significado y la manifestación misma de emociones como "el enojo" y la "irritabilidad" varían de persona a persona y especialmente de una cultura a otra?

Distintos motivos y situaciones pueden provocar el enojo en una mujer norteamericana, una mujer mexicana y una mujer china. L*s psicólog*s no cuentan con una regla para medir el enojo, ni tampoco con un microscopio para observarlo y entonces caen en la necesidad de inventar escalas arbitrarias. Así, una mujer puede decir sentirse o parecer manifiestar un grado de irritabilidad o enojo de 3.5 o 5 grados en una escala del 1 al 10, pero no existen predicciones posibles en cuanto a la respuesta o irritabilidad de una mujer fuera o dentro de los días de su menstruación y los términos en los que se le pretende definir son demasiado vagos e imposibles de medir.

En conclusión, la posibilidad de ofrecer predicciones cuantificables es una parte vital del proceso científico y es algo a lo que no puede aspirar la psicología cuando pretende estudiar las emociones de las mujeres asociadas con la menstruación.

Para ser just@s, no toda la psicología, ni tod*s l*s psicoanalistas, son tan ambiguos en su quehacer y resultados, ni tan ambiciosos en sus pretenciones y el campo de la psicología ha develado rasgos interesantes en el comportamiento y sentimientos humanos, pero el decir que se trata de una ciencia y que los estudios científicos han demostrado que las mujeres envidiamos el pene, que estamos frustradas por no poseer uno, o que en los días previos a nuestra menstruación y cada mes durante los días en que la experimentamos somos más irritables y nos enojamos más... es caer en pronunciar y aseverar ideas falsas acerca de las mujeres y la menstruación.

Tanto por las mujeres como por el bien de la ciencia consideramos que es importante que no se califique cualquier idea como un "hecho" o verdad científica, puesto que entonces cualquier idea y cualquier campo podría calificarse de científic@ sin realmente serlo. Y el día en que cualquier idea pueda ser considerada científica, la ciencia ya no podrá ofrecernos verdades seculares.

Otros psicoanalistas como Karen Horney y Clara Thompson veían a la sociedad como la base de "las actitudes destructivas en las mujeres". Horney sugirió que lo que aprende una hija de su madre "avergonzada" acerca de su propia menstruación sería la causa de una actitud negativa en la hija hacia su propio ciclo menstrual, que las madres que han aprendido a temer y resentir su propio cuerpo muy probablemente heredarán estos sentimientos negativos hacia la menstruación a sus hijas. Al menos Horney y Thompson intentaron enfatizar que es la sociedad quien es mayormente responsable de este resentimiento internalizado hacia la menstruación. Horney intentó estudiar la menstruación dentro de su contexto social, donde las funciones del cuerpo femenino son devaluadas para así mantener la creencia de que el sexo masculino es el poderoso y las mujeres el grupo biológicamente inferior. (4)

Volveremos a tocar este tema referente al humor y las emociones femeninas en las fases perimenstruales...

Referencias:
1. Chalmers, A.F.. 2000. ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Madrid: Siglo Veintiuno Editores.
2. Freud, S. 1908. "Teorías sexuales infantiles" en http://www.biblioteca.org.ar/libros/211796.pdf
3. Freud, S. 1914. "Introducción del narcisimo" Obras Completas. Tomo XI. Buenos Aires: Amorrortu, 1993.
4. Delaney, J. et al. 1988. The Curse: A Cultural History of Menstruation. Champaign, IL: University of Illinois Press.
5. El álbum de nuestros "100 Hechos Menstruales" en https://www.facebook.com/media/set/?set=a.499419010144070.1073741833.226735054079135&type=3

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