A mí me gusta “salir”.
Me gusta bailar, la música, beber, pasar tiempo con is amigxs. Y me gusta
conocer nueva gente, platicar, hacer amigxs. También entiendo que mucha gente
(hombres y mujeres) van a bares y clubes con la esperanza de conocer a un(a)
compañerx románticx o sexual, y por supuesto, pienso que en teoría, no hay nada de malo en esto.
Por esto, si alguien intenta hacerme
la conversación, trato de no etiquetarle inmediatamente de “raro”. Asumo la
conversación y creo que puedo ser mejor cuando platico con más gente. Pero de
cualquier forma (y muchas mujeres lo sabrán), a veces llega un momento en las
conversaciones con hombres en que hay que marcar una línea e indicar que no
estás, de ninguna manera, interesada en llevarlo más lejos. También pasa en
situaciones en que es claro que la conversación amigable ni siquiera está
contemplada (por ejemplo, esos hombres que la sustituyen con tomarte de la mano
o de la cintura y jalarte a bailar, a modo de presentación). Ésta es una de
esas ocasiones.
Si haces una búsqueda en Google para
“cómo evitar ligar en el bar” (en inglés, “how to avoid being hit on at a bar”),
obtendrás bastantes artículos con tips “útiles” para evitar conversaciones con
hombres que no te interesan. La mayoría de estas listas tienen por tip número
uno el pretender tener (o de hecho, tener) novio/esposo/prometido/pareja para
evitar a todos los cachondos que te abordan (el segundo, pretender ser lesbiana
o estar un poco loca, tipo Jenna Marbles). In
response to my complaints about men creeping on me at dance clubs in college,
an ex-boyfriend of mine used to get cranky that I refused to whip out this
cure-all excuse (one of many reasons he is an ex).
Sí, esta podría ser la forma más fácil
y rápida de deshacerte de alguien molesto, pero los problemas asociados con el
uso de esta excusa son mucho peores que los beneficios. Hay una frase que he
visto flotar por Tumblr recientemente (reblogeada por muchas de mis fantásticas
amigas feministas en Tumblr), que dice lo siguiente:
En
el privilegio masculino, el “ya tengo novio” es la única cosa que de hecho,
podría hacer que alguien deje de cortejarte, porque respetan más a otro ser
masculino que a tu propia decisión de rechazo o no interés.
Esta frase pone en un solo enunciado,
de forma sorprendente, lo que quiero llegar a explicarle a mis exnovios y amigxs por años, pero
sin éxito. La idea de que una mujer debe ser dejada en paz sólo porque “ya está
ocupada” o que “alguien ve por ella” (términos que me dan comezón en el
cerebro), eliminan por completo la noción de respeto que debería ser esperado
hacia esa mujer. Elimina la autonomía de la mujer, la habilidad de hablar por ella misma y de tomar sus propias decisiones con
respecto a cuándo y dónde la conversación comienza o termina. Es básicamente un
ejemplo de la vida real en que la teoría feminista es palpable, la mujer (junto
con sus decisiones y deseos femeninos) es considerada suplementaria y
secundaria hacia el hombre, sea el hombre con el que está interactuando o el
hombre al que ella “pertenece” (ver la teoría de Simone de Beauvoir, la historia
de Adán y Eva, etc.) Y la pero parte de toda la situación es que seguimos
haciéndonos esto a nosotras mismas.
Esta táctica también nos trae a la
pregunta sobre lo alternativo. Si la mujer en cuestión fuera soltera,
¿significa que automáticamente se iría con cualquier tipo que la
seduce-molesta-platica con ella- acosa? Muy poco probable. Así que, ¿por qué
seguimos usando estas excusas? No estamos enseñando a los hombres nada sobre
las consecuencias de su conducta (por ejemplo, ser educado, proponer buenas
conversaciones que propicien respuestas, que no pasan con los “vamos, dí que
sí”). Estamos tomando la salida fácil y al mismo tiempo, indicándoles a los
hombres que estamos de acuerdo con que es válido que las chicas solteras estén
en posición de ser acosadas.
Así que, ¿qué podemos hacer? Yo creo
que la solución es simple – solo dejamos
de usar esa excusa. Si un hombre se acerca a ti y tú no estás interesada
(si lo estás, ¡buena suerte! J
) puedes responderle algo como esto: “No estoy interesada”. No te disculpes y no des pretextos. Si hay
insistencia o cuestionan tu respuesta, sé firme y persiste: “No, dije que no
estoy interesada”.
“O será que tienes novio?”
“Dije, que no estoy interesada”.
“Ah, entonces, ¿eres lesbiana?”
“De hecho, no estoy interesada”.
“Estás loca.”
“No, sólo no estoy interesada”.
Etcétera. Incluso puedes, si te
sientes particularmente expresiva, debatir un poco con el sujeto en cuestión. “¿Por
qué es que piensas que sólo porque no estoy interesada, debería haber una
excusa? ¿Por qué no es una opción simplemente que no estoy buscando un
encuentro sexual o amoroso, o que algo en la forma en la que te me acercaste me
indica que tienes muy poco respeto por las mujeres, y que por esto no podría
estar jamás interesada en tener un encuentro sexual contigo independientemente
de mis preferencias sexuales o relaciones? (O bueno, piensa tú misma en algún
buen argumento, como veas la situación). Preguntarles de vuelta (si tienes
ganas y enegía), te pone incluso en un plano de igualdad.
No estoy diciendo que sea fácil. Yo me
he metido en varios argumentos con hombres durante lo que se supone sería una
noche divertida con mis amigxs, sobre si tengo o no el “derecho” de ahuyentarlos,
si no tengo novio. Como sea, hay algunas razones por las que continúo: 1. Para
que tal vez, posiblemente, el hombre con el que estoy hablando o algún otro
hombre que escuche la conversación, puedan aprender algo sobre la autonomía de
las mujeres; 2. Para que tal vez, posiblemente, pueda inspirar a otras mujeres
observando a hacer lo mismo y para que algún día, seamos un gran colectivo de
mujeres fuertes que estarán firmes en su derecho de pasar una noche divertida
bailando sin ser acosadas, y 3. Para que me pueda ir a casa esa noche, sudada y
cansada, pero feliz y tranquila sabiendo que me dí a mí misma el respeto
que me merezco.
—
*Alecia es logófila y ladrona de bibliotecas,
buscada en varios estados. Además de artículos feministas, escribe también
ensayos, historias cortas, mala poesía, recetas y listas de pendientes muy
detalladas. Actualmente vive en una cabañita azul en Woodstock con un
prometido, un perro salchica y un gato. Síguela en twitter en @alecialynn.
Post traducido por Helecho Verde, publicado
originalmente en: http://lunalunamag.com/2013/09/05/stop-boyfriend/
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