La profesora Mindy Kurzer de la Universidad de Minnesota ha estudiado el efecto del ejercicio aeróbico sobre el riesgo de cáncer de mama en mujeres premenopáusicas que hasta entonces eran sedentarias. El estudio se llevó a cabo en 179 mujeres sedentarias y 212 que hacían 30 minutos de ejercicio moderado a intenso 5 veces por semana durante 16 semanas.
El ejercicio reduce el riesgo de cáncer de mama cambiando el metabolismo de las hormonas estrógenos. El ejercicio puede cambiar la forma en que la mujer metaboliza (elimina) los estrógenos, aumentando la cantidad de estrógeno “bueno” en detrimento del “malo”. En las mujeres jóvenes que fueron sedentarias, la actividad física intensa y regular se acompañó de aumento significativo del cociente 2-hidroxiestrona/16-alfa-hidroxiestrona (2OHE1/16OHE1). Los cambios de dicho cociente también fueron significativamente diferentes entre las mujeres que hacían ejercicio en comparación que no lo hacían.
El estudio es el primero que analiza la actividad física demostrando que el ejercicio aeróbico influye en como el cuerpo metaboliza los estrógenos para producir los metabolitos hormonales “buenos”. Estudios previos indican que los productos resultantes de la oxidación del estradiol a estrona tienen un papel importante en la carcinogénesis. La 2-OHE1 antagoniza/reduce los efectos estimulantes del estradiol sobre el crecimiento de células de cáncer de mama. La 16OHE1 aumenta la síntesis de DNA y favorece el crecimiento en cultivo de células epiteliales mamarias de ratones.
El estudio se basó en el análisis de 391 mujeres incluidas en el estudio WISER (Women in Steady Exercise Research) que tenía 18 a 30 años y un índice de masa corporal de 18 a 40 kg/m2. Las mujeres se distribuyeron aleatoriamente para realizar 30 minutos diarios, 5 veces por semana durante 16 semanas, de ejercicio moderado a vigoroso. Las mujeres que realizaron el ejercicio cumplieron el 85% del objetivo máximo. Los hábitos alimenticios fueron los mismos previos al estudio. Los datos comparativos destacan aumento de ejercicio aerobic, aumento de la masa muscular, reducción de la masa grasa, disminución del porcentaje de masa grasa.
Las mujeres estudiadas aportaron la orina de 24 horas de 3 días consecutivos a mitad de la fase folicular del ciclo menstrual (días 7-9) antes de iniciar la investigación y con posterioridad durante el programa de ejercicio. Para obtener las muestras se recomendó evitar el ejercicio moderado a vigoroso y abstenerse de consumir alcohol 48 horas antes. El ejercicio produjo un aumento del cociente 2OHE1/16OHE1, pero sin diferencias en los metabolitos de estrógenos.
El estudio WISER tiene la virtud de ser randomizado, a diferencias de estudios previos, con una población numerosa, y las muestras fueron de 3 días a diferencias de una muestra única de la primera orina de la mañana.
Referencias
- Smith AJ, et al "The effects of aerobic exercise on estrogen metabolism in healthy premenopausal women" Cancer Epidemiol Biomarkers Prev 2013; 22: 756-764.
(FUENTE: Gonzalo Pérez Roncero, Miembro de la Red de Investigación en Ginecología, Obstetricia y Reproducción)
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