Me ha pasado dos veces esta semana, y las dos veces fueron mujeres. Cualquiera podría tener objeciones al respecto, pero las mujeres -especialmente las mujeres- deberían de saberlo mejor.
La semana pasada, estaba en la farmacia y una amiga se acercó.
"¡Matt! ¿Cómo están tus chiquitos?"
"Bien, muy bien, gracias por preguntar"
"Qué bueno escucharlo. Y qué tal tu esposa, ¿ya regresó a trabajar?"
"Bueno, está trabajando duro en casa, cuidando de los niños. Pero no va a regresar a tener un empleo, si eso es a lo que te refieres".
"¡Ah, qué bien, suena divertido!"
"¿Divertido? Bueno, es un montón de trabajo. Satisfactorio, sí. Divertido... no siempre."
Ésta no la esperaba. Era como calladamente presuntuosa y subversivamente condescendiente.
El otro incidente ocurrió hoy en un café. Empezó en una forma similar, un amigable intercambio acerca de cómo las cosas cambian con la llegada de los bebés. La conversación cambió de tono rápidamente cuando la mujer me dijo:
"Así que, ¿Tu mujer se quedará en casa permanentemente?"
"¿Permanentemente? Bueno... por el futuro cercano estará criando a los niños tiempo completo, sí."
"Claro. El mío tiene ya 14 años. Pero he tenido una carrera todo este tiempo también. No puedo imaginarme quedándome en casa siendo madre de tiempo completo. Me darían ansias (risitas) ¿Qué hace ella TODO el día?"
"Oh, ella hace absolutamente TODO. ¿Qué haces tú todo el día?"
"¿Yo? ¡Ja! ¡YO TRABAJO!"
"Mi esposa nunca deja de trabajar. Mientras tanto, es la mitad de la tarde y tú y yo estamos tomando un café en una tienda. Estoy seguro de que a mi esposa le encantaría tener tiempo de sentarse un rato y tomarse un café. Está bien poderse tomar una pausa, ¿no crees?"
La conversación terminó mucho menos amigablemente de como empezó.
Miren, yo no ando poniéndoles juicios a las mujeres que trabajan fuera de casa. Entiendo que en muchos casos es algo necesario porque son mamás solteras, o simplemente porque un solo ingreso no alcanza para las necesidades de una familia. O deciden trabajar porque eso es lo que quieren hacer. Está bien. También entiendo que la mayoría de las mujeres profesionales no son groseras, pomposas ni prepotentes, como la que encontré recientemente.
Y tampoco quiero adoctrinar a nadie en este momento. Lo que quiero es darle una patada en el trasero a nuestra sociedad materialista y decirle... "¡RECUPERA LA CABEZA, SOCIEDAD!"
Esta conversación no debería ser necesaria. No debería necesitar explicar por qué es enfermo para alguien, particularmente otras mujeres, el tener tanta aversión y hostilidad hacia las madres que deciden quedarse en casa. ¿En verdad somos tan obtusos? ¿Estamos realmente tan confundidos? ¿Somos realmente la primera cultura en la historia de la humanidad que ha perdido la noción de la seriedad y la gloria de la maternidad? Los paganos convirtieron a la Maternidad en una diosa. Nosotros hemos hecho lo contrario, la tratamos como si fuera una enfermedad o un obstáculo.
Las personas que se sumergen de lleno en la exhaustiva, subestimada y profundamente importante tarea de criar hijos deberían ser puestas en un pedestal. Deberíamos reverenciarlas y admirarlas de la misma forma que admiramos y reverenciamos a los científicos espaciales o a los héroes de guerra. Estas mujeres están haciendo algo hermoso y complicado y retador y aterrador y doloroso y gozoso... y esencial. Lo que sea que estén haciendo, ESTÁN HACIENDO algo, y nuestra civilización DEPENDE de que ellas lo hagan bien. ¿Quién más puede decir algo como eso? ¿Qué otro trabajo tiene esas consecuencias?
Pero es verdad... ser mamá no es "un trabajo". Un trabajo es algo que haces parte de tu día y que luego terminas de hacer. Te dan un sueldo. Tienes un sindicato y beneficio y salita de tomar café. Yo he tenido muchos trabajos, no es nada especial ni místico. No entiendo del todo por qué hemos elevado "la fuerza laboral" a ese estatus sagrado. ¿De dónde sacamos esa idea? ¿El manifiesto comunista? El tener un trabajo es necesario para muchos -lo es para mí- pero no es liberador ni empoderador. Cualquiera que sea tu trabajo, eres prescindible. Eres un número. Un cálculo. Un sirviente. Puedes ser reemplazado, y serás reemplazado eventualmente. ¿Estoy siendo duro? No. Soy alguien que tiene un trabajo. Estoy siendo realista.
Si las madres renunciaran a sus roles de madres, vidas enteras estarían vueltas de cabeza; la sociedad sufriría enormemente. Las secuelas de esa tragedia se sentirían por generaciones. Si ella renuncia a su trabajo como analista de informática, sería reemplazada en cuatro días y a nadie le importaría. Lo mismo va para ti y para mí. Tenemos libertad y poder en nuestro hogar, no en la oficina. Pero como somos zombies, no podemos verlo.
Sí, mi esposa es SOLAMENTE madre. SOLAMENTE. Ella SOLO trae vida al universo, y SOLO moldea y hace crecer esas vidas. Ella SOLO administra, dirige y mantiene el funcionamiento de un hogar, mientras que cuida a nuestros hijos que SOLO confían y cuentan con ella para todo. Ella SOLO enseña a nuestros gemelos cómo ser humanos, y como van creciendo ella SOLO los entrenará en todo tipo de cosas, desde valores, maneras, el alfabeto, la higiene, etc. Ella SOLO es mi base espiritual y la roca sólida en la que nuestra familia está construida. Ella SOLO es TODO para TODOS. Y la sociedad simplemente se caería a pedazos si ella, y todas sus compañeras mamás, fallaran en alguna de las tareas que acabo de mencionar.
Sí, ella es solo una mamá. Que es casi como mirar al cielo y decir, "Ah, es sólo el sol".
Claro que no todas las mujeres pueden estar en casa todo el tiempo. Una cosa es reconocer esto, y otra muy diferente decir que eso es el ideal. Para llamarlo el ideal, habría que decir que los niños idealmente pasarían menos tiempo con sus madres. Esto es una locura, así de simple. No es ideal y no es neutral. Mientras más tiempo pueda pasar una madre con sus hijos, educándolos, mejor. Mejor para ellos, mejor para sus almas, mejor para la comunidad, mejor para la humanidad. Punto.
Finalmente, probablemente es cierto que las mamás que se quedan en casa tienen algo de tiempo libre. La gente que trabaja fuera de casa lo tiene, también. De hecho, hay muchos, muchos trabajos que consisten primeramente en puro tiempo libre, con algunos rasgos de actividad entre intervalos. En todo caso, no estoy queriendo provocar una pelea de a ver quién está más ocupado. Pero parece que valoramos nuestro tiempo tan poco, que encontramos valor en decir lo poco de tiempo que tenemos. En otras palabras, hemos idolizado el "estar ocupado" confundiéndolo con "ser importante". Puedes estar ocupado y no ser importante, así como ser importante y no estar ocupado. Yo no sé quién está más ocupado, y no me importa. No importa. Pienso que es más seguro decir que ninguno de nosotros está tan ocupado como pensamos que estamos, y que por muy ocupados que estemos, de hecho es mucho más de lo que necesitamos estarlo.
Tenemos muchas cosas mal en esta cultura. Pero cuando todo esté dicho y hecho y nuestra civilización se consuma hasta las cenizas, de lo que más vamos a arrepentirnos es la forma en la que tratamos a madres e hijos.
Traducción: Helecho Verde