Buscar en este blog

jueves, 17 de octubre de 2013

El efecto doula




Seguramente a últimas fechas has escuchado más de una vez la palabra “Doula”, especialmente si estás embarazada y planeando tener un parto mucho más humanizado, posiblemente en agua o incluso hasta en tu casa. Pero ¿qué es una doula y por qué muchas mujeres comienzan a buscar doulas para acompañar sus partos?

Doula es una palabra griega que significa “esclava” en su sentido literal. Las doulas actuales son personas que idealmente han pasado por un parto, y que dan acompañamiento emocional y físico a las mujeres embarazadas, idealmente desde que se conoce del embarazo, pero especialmente al comenzar el trabajo de parto y hasta la lactancia. Las doulas de ninguna manera reemplazan el trabajo de las parteras y/o médic@s obstetras que tienen conocimientos especializados sobre procedimientos quirúrgicos que podrían necesitarse debido a alguna complicación.

Pero muchas mujeres comienzan a preguntarse nuevamente cómo quieren tener un parto, ya que es un momento especial en la vida de quienes que desean ser madres.  Y es que no es para menos, en México al menos un 80% de los partos que se atienden en hospitales privados terminan siendo cesáreas, pagando las familias de un 50% a un 80% más de la tarifa que costaría un parto natural (1); y sometiéndose a los maltratos obstétricos de médic@s y enfermer@s que se sienten con el derecho de insultar, gritar, ordenar con palabras o expresiones ofensivas a la madre, o bien, ignorarla por completo cuando ella necesita ayuda y orientación (2).

Todo esto en un ambiente que casi siempre es frío, lleno de gente desconocida, potencialmente con más riesgos a contraer bacterias o enfermedades que no se encuentran en casa (al ser un hospital a donde acuden personas con alguna enfermedad, especialmente las salas de espera donde están personas que aún no han sido diagnosticadas) y que normalmente tiene restricciones para hacerse acompañar de algún ser querido que nos brinde apoyo. Incluso donde tiene pocas posibilidades de ser la primera que tome a su bebé en brazos y acercárselo al pecho inmediatamente. En pocas palabras, donde la madre no tiene muchas posibilidades de decidir sobre el procedimiento y en el parto tienen que ver todos menos ella.

En culturas antiguas, el tener un bebé era motivo de celebración. Las familias se reunían mientras la madre estaba en el trabajo de parto, y había personas para asistirla, darle de comer, pedir ayuda cuando era necesario y también pedir espacio para la madre cuando ella lo necesitaba. Las mujeres mayores de una aldea eran quienes asistían a la mujer durante este trabajo, ayudándole a identificar las fases del trabajo de parto y a masajearla, mitigar los dolores con métodos caseros y naturales y en general acompañarla para que la experiencia no fuera tan pesada. Esto cambio a partir del s. XVII, cuando entre los descubrimientos científicos y médicos, se comenzaron a institucionalizar los partos, siendo los médicos los responsables de asistirlo. Para finales del siglo XVIII, la mayoría de los partos en el mundo occidental se daban por asistencia de un médico. Algunos autores sugieren que la llamada "cacería de brujas" durante buena parte de la historia de Europa, no es otra cosa que el temor y censura hacia parteras que tenían conocimientos de herbolaria y otros remedios, así como de contraconcepción y aborto (3).

Las doulas actuales no sólo se forman para que la experiencia “no sea tan pesada” sino más bien para devolver el significado de conexión de la madre con el hijo y con la creación en ese momento y que se convierta, más bien, en la mejor experiencia en la vida de ambos. Las doulas se preparan en conocer todas las fases del parto, entender cómo funciona el llamado “coctel del amor” en que intervienen diferentes hormonas para que el cuerpo haya lo suyo y en que la madre maneje el dolor de la forma más positiva posible. También muchas doulas combinan técnicas como la reflexología, acupuntura, yoga, masaje, herbolaria y otros remedios no médicos para ayudar a la madre a tolerar el dolor, pues en el caso concreto del embarazo, el dolor tiene funciones muy específicas. Ayudando a la madre a superar sus miedos en torno a lo –a veces- desconocido, este dolor tomará sus dimensiones reales.

Se han hecho estudios que han demostrado que el tener a una doula acompañando el parto, conlleva un efecto muy positivo para la madre, para el bebé y para su futura recuperación y adaptación, así como a la naturalización del parto y el uso de menores recursos médicos. A esto, los expertos Marshall Klaus, John Kennel y Phyllis Klaus le han llamado “El efecto Doula”(4):

-        50% menos cesáreas (innecesarias)
-        25% trabajo de parto más corto
-        60% reducción de pedidos de epidural
-        40% menos uso de oxitocina sintética
-        30% menos uso de analgesia
-        40% menos uso de fórceps
-        mejor preparación mental de la madre durante el trabajo de parto
-        mejora general de la experiencia del parto
-        recuperación más rápida 


¿Quién puede ser doula?

Idealmente, una mujer que ya haya pasado por la experiencia de tener hijos por parto natural. Pero también se han documentado casos en que la madre elije a una amiga cercana, una hermana, su propia madre, su propia pareja, para prepararse juntos y que sean ellos quiene funjan la función de doula (o doulos, si es un hombre). Evidentemente, la persona a acompañar a la mujer debe leer mucho, practicar con ella algunos métodos paliativos de dolores, así como respiración y meditación, y estar al pendiente de todos los signos que la mujer va presentando a lo largo de su fase latente y su trabajo de parto.

No es una tarea fácil, pero es un camino lleno de satisfacciones, al lograr conocer de cerca el proceso con el que una persona nueva llega a este mundo. Incluso cuando hay complicaciones y se tiene que procedes a una cesárea, la doula está ahí para acompañar a la mujer en sus procesos y decisiones (una doula no impedirá una cesárea en caso de que sí sea necesaria o incluso en caso de que la mujer así lo decida). En este sentido, la doula también ayuda a la interacción con el personal médico (en los hospitales en que sí permiten su ingreso), ayudando a la mujer a expresar sus deseos, sus miedos y dudas, así como a obtener información que pueda realmente procesar en un momento difícil.
En conclusión, una doula es clave para entender el parto humanizado y respetado, ya que el vínculo que establece con la madre durante el proceso y su apoyo emocional y psicológico puede reducir considerablemente los procedimientos médicos innecesarios, convertir el sufrimiento en gozo y en general hacer de esta una experiencia sin miedo, convirtiéndola en una gran vivencia de amor. 


Referencias:
(1)    http://www.atenciondelamujer.com.mx/temas-interes/costo-de-parto.php
(2)    http://www.vanguardia.com.mx/lacesareainnecesaria-1738981.html
(3)    http://es.wikipedia.org/wiki/Partera
(4)    http://www.dona.org/aboutus/founders.php

Imágenes:
a) www.juntoatudoula.com 
b) Wikipedia


No hay comentarios.:

Publicar un comentario