La activista del movimiento por los derechos civiles, también será recordada como una fuente de sabiduría contemporánea. Aqui compartimos algunas frases y poemas que son parte de su legado.
Una vez fue entrevistada y le preguntaron cómo vive la situación de envejecer. Allí, delante de las cámaras, dijo que es "emocionante". Con respecto a los cambios físicos, explicó que muchos ocurren a diario. La audiencia rió y ella, más seria destacó "pero además aprendí varias cosas….."
"Aprendí que no importa lo que pase, o que tan malo pueda parecer el día de hoy, la vida continúa y mañana será mejor.
Aprendí que puede decirse mucho sobre una persona a partir de la manera en que maneja tres situaciones simples: un día lluvioso, la pérdida de su equipaje y el enriedo de las luces navideñas.
Aprendí que, sín importar la relación que tengas con tus padres, los extrañarás enormemente cuando ya no estén en con vida.
Aprendí que algo de qué vivir, no es lo mismo que vivir.
Aprendí que, a veces, la vida te da segundas oportunidades.
Aprendí que no hay que ir por la vida con guantes en ambas manos; tenés que saber tirar algunas cosas.
Aprendí que cuando decido algo con el corazón abierto, casi siempre tomo la decisión correcta.
Aprendí que incluso cuando siento molestias, yo no tengo que ser una.
Aprendí que todos los días hay que acercarse y tocar a alguien. Todos amamos un abrazo cálido o simplemente, una palmada amistosa en la espalda.
Aprendí que a esta altura de mi vida, todavía tengo mucho por aprender.
Aprendí que las personas podrán olvidar lo que dijiste, podrán olvidar lo que hiciste, pero nunca olvidarán cómo las hiciste sentir".
POEMAS
- Y aún así... Yo me levanto
Maya Angelou
Tú puedes escribirme en la historia
con tus amargas, torcidas mentiras,
puedes aventarme al fango
y aún así, como el polvo... me levanto.
¿Mi descaro te molesta?
¿Porqué estás ahí quieto, apesadumbrado?
Porque camino
como si fuera dueña de pozos petroleros
bombeando en la sala de mi casa...
Como lunas y como soles,
con la certeza de las mareas,
como las esperanzas brincando alto,
así... yo me levanto.
¿Me quieres ver destrozada?
cabeza agachada y ojos bajos,
hombros caídos como lágrimas,
debilitados por mi llanto desconsolado.
¿Mi arrogancia te ofende?
No lo tomes tan a pecho,
Porque yo río como si tuviera minas de oro
excavándose en el mismo patio de mi casa.
Puedes dispararme con tus palabras,
puedes herirme con tus ojos,
puedes matarme con tu odio,
y aún así, como el aire, me levanto.
¿Mi sensualidad te molesta?
¿Surge como una sorpresa
que yo baile como si tuviera diamantes
ahí, donde se encuentran mis muslos?
De las barracas de vergüenza de la historia
yo me levanto
desde el pasado enraizado en dolor
yo me levanto
soy un negro océano, amplio e inquieto,
manando
me extiendo, sobre la marea,
dejando atrás noches de temor, de terror,
me levanto,
a un amanecer maravillosamente claro,
me levanto,
brindado los regalos legados por mis ancestros.
Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo.
Me levanto.
Me levanto.
Me levanto.
- Una osada y deslumbrante verdad
Maya Angelou
Nosotros, esta gente en un pequeño y solitario planeta
viajando a través de un espacio causal
más allá de las distantes estrellas,
cruzando el camino de soles indiferentes
hacia un destino donde todas las señales nos dicen:
Es posible e imperativo que descubramos una sorprendente e intrépida verdad.
Y cuando lleguemos a esto.
Al día de hacer la paz.
Cuando liberemos nuestros dedos
desde los puños de la hostilidad,
y permitamos al aire refrescar nuestras palmas.
Cuando las cortinas caigan en el show de odio de Minstrel,
y los rostros apesadumbrados por el desdén queden limpios.
Cuando los campos de batalla y el coliseo,
no arrebaten hijos e hijas únicas,
allá en los ensangrentados y maltratados pastos
para mentir en planes idénticos en tierras extranjeras.
Cuando los banderines ondeen con alegría.
Cuando las pancartas del mundo tiemblen
con fuerza, en la limpia y buena brisa.
Cuando lleguemos a esto.
Cuando dejemos caer los rifles de nuestros hombres,
y las niñas vistan sus muñecas con banderas de tregua,
y las minas de la muerte hayan sido removidas,
y los ancianos puedan caminar en tardes de paz.
Cuando el ritual religioso no es perfumado por el incienso de la carne quemada,
y los sueños de los niños no son maltratados con el despertar de pesadillas de abuso.
Cuando lleguemos a esto.
Entonces confesaremos que ni las Pirámides,
con sus piedras dispuestas con extraña perfección
ni los Jardines de Babilonia
colgando como belleza eternal
en nuestra memoria colectiva
ni el Gran Cañón
encendido con colores maravillosos
por los amaneceres de occidente
ni el Danubio fluyendo en su alma azulada dentro de Europa.
ni el sagrado volcán del Monte Fuji
estrechándose hacia el sol naciente
ni el padre Amazonas ni la madre Mississipi, quienes, sin un favor,
nutren todas las criaturas de las profundidades y de las costas.
Estas no son las únicas maravillas del mundo
Cuando lleguemos a esto.
Nosotros, esta gente, en este minúsculo e inhospitalario globo,
que buscamos a diario la bomba, la espada, la daga,
y aún pedimos bajo la oscuridad por la paz.
Nosotros, esta gente en este foso de materia
en cuyas bocas permanecen palabras ariscas
que retan nuestra existencia.
Aún fuera de esas mismas bocas,
pueden emitir canciones de tan exquisita dulzura,
que el corazón titubea en su labor
y el cuerpo se aquieta en asombro.
Nosotros, esta gente, en este pequeño y cambiante planeta,
cuyas manos pueden golpear con semejante abandono,
que en un abrir y cerrar de ojos, la vida es drenada del vivo
y aún esas mismas manos pueden tocar con semejante ternura y poder curativo
que el cuello arrogante se siente feliz de hacer una reverencia
y la orgullosa espalda se regocija en agacharse.
Fuera de todo ese caos, de tal contradicción,
aprendemos que no somos demonios ni divinos
Cuando lleguemos a esto.
Nosotros, esta gente, en este incorregible e inestable cuerpo
creado en esta Tierra, de esta Tierra,
tenemos el poder de rehacer/ajustar esta Tierra.
Un clima donde cada hombre y cada mujer
puedan vivir libremente sin devoción santurrona
y sin miedo paralizante.
Cuando lleguemos a esto.
Debemos confesar que es posible para nosotros,
que somos milagrosos, la verdadera maravilla del mundo.
Eso será cuando y sólo cuando
nosotros lleguemos a eso.
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