La acidez o reflujo es causada por la presión del útero que está expandiéndose durante tu embarazo, y que ejerce sobre el sistema digestivo. Comúnmente, los contenidos ácidos del estómago se mantienen dentro por el esfínter del esófago, un músculo en el diafragma que actúa para cerrar el esófago cuando aumenta la presión en el abdomen. Pero durante el embarazo la hormona progesterona relaja ese esfínter. Mientras más grande se pone el bebé, más presión sentirás en los intestinos y el estómago, provocando un reflujo de los ácidos estomacales hacia el esófago y provocando una sensación de ardor en estómago y pecho... como si fuera un dolor de corazón.
Esta acidez estomacal puede prevenirse con trucos que son sencillos y naturales, para que la mamá no se sienta incómoda:
- Comer en raciones pequeñas, más frecuentemente. Si bien en la etapa de las náuseas esto es relativamente fácil, cuando tu hambre aumenta es mejor no comer hasta quedar muy llena. Come poco pero aumenta el número de comidas al día. Con esto, tu sistema digestivo tomará las cosas con más calma.
- Comer más lento: También el comer despacio ayuda a prevenir la acidez y el dolor "de corazón". Los dientes están diseñados para triturar bien los alimentos y son una parte del sistema digestivo, haz que hagan bien su trabajo, no comas de prisa pues tu estómago en este momento no está para digerir doble.
- Toma líquidos de forma espaciada: Es mejor dar pequeños sorbos de líquido durante todo el día que beberte un vaso entero de agua, jugo o leche con las comidas.
- Siéntate, levántate o camina después de comer: Un gran error es recostarse después de la comida. Recuerda que tu esfínter del esófago está un poco suelto, para evitar la acidez mantente erguida después de comer, al menos una media hora, para evitar el escape de ácido hacia el esófago.
- No cenes justo antes de irte a dormir. Muchas mujeres que dicen padecer de acidez o de "dolor de corazón" comentan una mejoría cuando cenaron más temprano, al menos dos horas antes de irse a la cama, según estudios realizados en la Universidad del Sur de Florida.
- Si la acidez persiste durante la noche, mantén tu pecho y cabeza elevados. Puedes usar almohadas de más o elevar tu cama del lado de la cabecera.
- Evita alimentos que te provoquen sensibilidad: Cítricos, café, chocolate o comidas irritantes. Conoce tu cuerpo, hay mujeres que no se sienten afectadas por estos alimentos, consúmelos en pequeñas cantidades pero mide qué tanto provocan la acidez.
- Evita ropa ajustada: Si el estómago recibe ya demasiada presión por el peso del útero que crece todos los días, evita añadir presión usando ropa ajustada. Mejor usa ropa suelta que te permita moverte libremente y expandir tus órganos al menos en lo posible.
- Intenta usar jengibre: En forma de dulces, té, o en tu comida. El Jengibre ayuda a regular la digestión siendo gran ayuda para los malestares del embarazo incluyendo la náusea y vómito. Además no presenta riesgos para la embarazada.
Si tus molestias son más fuertes, consulta a tu médico antes de consumir cualquier tipo de antiácidos.
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Fuentes:
http://www.livescience.com/
www.health.com
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