La asistencia a los nacimientos ha existido desde hace probablemente milenios, y es tambień probable que fuese así desde hace 5 millones de años, cuando nuestros antepasados empezaron a caminar en posición vertical, según Karen Rosenberg, paleoantropóloga de la Universidad de Delaware.
Ella dice que la asistencia social durante el parto es sólo un aspecto de nuestro patrimonio evolutivo que nos hace distintos como seres humanos.
Rosenberg, que es profesora y presidente del Departamento de Antropología de la Universidad de Delaware, presentó una charla sobre la selección natural y el parto el 13 de febrero, en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, en Chicago. Fue parte del simposio "El mujer invisible en la evolución: El ciclo natural de la vida", co-organizado por Rosenberg.
El tema de la reunión, "Nuestro planeta y la vida: Orígenes y Futuros", conmemoró el 200 aniversario del nacimiento de Charles Darwin, y el 150 aniversario de la publicación de su libro, "Sobre el origen de las especies", mediante la selección natural.
"Las mujeres necesitan ayuda durante el parto porque es difícil y potencialmente peligroso", dice Rosenberg. "Si bien no es tan arriesgado hoy día, la mortalidad materna es baja, en fechas tan recientes como hace dos generaciones, no era raro oír hablar de mujeres que morían en el parto".
A través de los registros fósiles de seres humanos, y en comparación con otros primates, los antropólogos pueden mostrar la forma en que el bipedismo, los grandes cerebros, el desamparo infantil y la asistencia social se reunieron, dieron como resultado la difícil y peligrosa forma en que los seres humanos dan a luz.
Cuando nuestros antepasados evolucionaron al comenzar a caminar erguidos sobre dos piernas, explica Rosenberg, esta postura recta implicó que se acortara la apertura de la pelvis por la que el bebé debe viajar. Esto exigía una nueva forma de nacimiento, de modo que el bebé debía encontrar su camino a través de un estrecho canal de parto.
Según Rosenberg, la media de apertura de la pelvis en una mujer de hoy es de 13 centímetros en su diámetro mayor y de 10 centímetros en el más pequeño. El promedio de cabeza de los bebés es de 10 centímetros, y los hombros son de unos 12 centímetros de ancho. Hoy día, el canal de parto es un sinuoso túnel que somete al bebé a una serie complejos giros y volteos para su salida.
"Hasta hace poco, hubía una suerte de sexismo en el estudio de la evolución", señalaba Rosenberg, "los investigadores se centraban en los hombres y las herramientas que utilizan para la caza, y estas cosas son más difíciles de relacionar con el éxito en la reproducción y, por tanto, con la selección natural".
"Con el parto, así como con muchas otras cosas que les sucede a las mujeres, el embarazo, la lactancia, la menopausia, es mucho más fácil ver cómo funciona la selección natural".
Según Rosenberg, el parto es sólo un ejemplo, de toda una serie de eventos incursos a lo largo del ciclo de la vida de una mujer, en los que obtener la ayuda de otras mujeres mejora significativamente los resultados reproductivos.
"La mujeres se dejan ayuda por otras mujeres cuando están embarazadas y en la lactancia para reservar energías para dedicar a sus hijos. La cooperación en el cuidado de los niños es algo que ayudará a las mujeres entre sí. A menudo, aunque no siempre, estas ayudantes son mujeres fuera de su etapa reproductiva cuyas propias responsabilidades han disminuido. Todo ello supone una gran acervo selectivo que configura una especie de inteligencia social, que muchos científicos creen que explica en parte el aumento de tamaño del cerebro que ocurrió durante el dos últimos millones de años".
¿Cómo siguen evolucionando la mujer y el parto? ¿El canal de parto, se estrechará o ampliará? ¿Los nacimientos serán más fáciles o más dolorosos? ¿Se necesitará más ayuda en el futuro para los nacimientos? Supongo que eso nadie lo sabe.
"La evolución no tiene dirección", afirma Rosenberg. "Aún sabiendo de dónde venimos nada nos ayuda a saber hacia dónde vamos. Pero sí nos ayuda a entender lo que nos hace humanos, así como la forma en que estamos conectados con el mundo natural."
Graduada en la Universidad de Chicago, Rosenberg recibió su doctorado en antropología biológica de la Universidad de Michigan, y más tarde se unió a la Universidad de Delaware, en 1987.
Fuente: http://bitnavegante.blogspot.mx/2009/02/enfoque-antropologico-sobre-el-parto-en.html#sthash.mSwcTdp3.dpuf
No hay comentarios.:
Publicar un comentario